Con sede en Monterrey, México, el nuestro es el Club independiente de excursionismo en activo más antiguo en el Noreste del País. Sean bienvenidos a conocer algo de nuestra larga historia. Por Eduardo Verduzco El Club Explorador Cóndor fue fundado el 10 de Mayo de 1940 a iniciativa de Rogelio Rodríguez. Él empezó a reunir el grupo, e hizo el primer reglamento de excursiones. La fundación tuvo lugar en la casa paterna de la familia Rodríguez, en la calle Yucatán, entre 5 de Febrero y 2 de Abril, en la Colonia Independencia. Se estableció una disciplina de corte paramilitar, y se instituyó el cargo de "Capitán", quien tiene la total autoridad y responsabilidad de la seguridad del grupo durante una excursión. Corrían los tiempos de la Segunda Guerra europea, que pronto se convertiría en mundial, y Rogelio tenía la noción de que en alguna forma el nuevo club tendría ocasión de prestar servicios útiles a la Patria. Las ideas que Rogelio, que conta...
Exc. 2004/04 - 1a Fuerza - 5 a 9 de febrero de 2004
El Nevado nevado
Al aproximarse el avión a Guadalajara, en la mañana del 5 de febrero, efectúa un giro amplio hacia la derecha, y de pronto aparece ante nuestros ojos un picacho nevado cuya silueta nos es familiar: el Picacho Norte del Nevado El Colima. La duda queda aclarada, sí hallaremos bastante nieve cuado nos encontremos en el Nevado.
Y mientras viajamos en autobús desde Guadalajara hacia el Nevado, nuevamente aparece éste con una cubierta de nieve en su parte superior: el Nevado se engalana para esta 50ª Confraternidad Montañista de Occidente. La mayoría de los pasajeros aprovechamos para fotografiar al Nevado a través de las ventanas del autobús.
Geografía Dinámica
El autobús en el que viajamos sale de la autopista hacia la izquierda, y entra a una simpática ciudad. ¿Aquí es Cd. Guzmán? Pregunta alguien. “Sí, aquí es”. La caravana de autobuses se estaciona frente a la plaza principal, y nos dirigimos a ésta, donde se ha instalado un podio, una serie de mesas adornadas con manteles y flores. El ayuntamiento de Zapotlán el Grande, Jalisco, encabezado por el Alcalde, varios Regidores y funcionarios, nos da la bienvenida y felicita a la Asociación de Jalisco por la celebración de la 50ª Confraternidad Montañista de Occidente. Terminada la ceremonia, nos invitan a pasar al palacio municipal para ofrecernos una comida de tacos tostados, refrescos, y muestras de rompope de diferentes sabores, producido localmente.
Esta ciudad fue fundada en 1533, reuniendo a los habitantes de tres poblados pre-hispánicos cercanos a la laguna de Zapotlán, y fue llamada “Tsapotlán-Tlayolan”. En 1824 recibe el nombre de “Zapotlán el Grande”. En 1856 se le cambia el nombre por el de “Cd. Guzmán”, y actualmente se le llama por el viejo nombre nuevo de “Zapotlán el Grande”.
La Joya
Tras disfrutar de la gentil hospitalidad de los zapotlenses, subimos nuevamente a los autobuses para dirigirnos al Nevado. En un lugar determinado un camino de terracería se aparta de la carretera para subir al nevado. Aquí nos esperan camiones cortos de volteo. Subimos 25 excursionistas a la caja de cada camión, de pie junto a nuestras mochilas. Pero los camiones no pueden empezar a subir porque hoy es día festivo, y numerosas personas han venido a bordo de sus carros a ver la nieve caída hace dos semanas. El camino de ascenso se encuentra obstruido por autos. Nos detenemos aquí cerca de una hora a que se despeje el camino y mientras aguardamos, el Volcán de Fuego, el cual no podemos ver por encontrarse en el lado opuesto del Nevado, nos saluda lanzando repentinamente al aire una nube espesa de vapor y cenizas, que el viento despeja después de unos 10 minutos.
Finalmente, cerca de las 18:00 se despeja el camino y autorizan a nuestros transportes a subir. La temperatura empeza a descender. Se nos advierte que portemos chamarras porque la temperatura en la Joya, nuestro destino, será fría. Los tapabocas resultan útiles para evitar respirar el polvo que levantan los demás vehículos. A medida que los camiones ascienden empieza a oscurecer. Luego aparecen manchones de nieve. Cerca de las 8 PM finalmente llegamos a nuestro destino, una especie de planicie situada entre cañadas y laderas del Nevado: La Joya, con 3240 m de altitud.
Querían Nieve
Descendemos de los camiones siendo ya de noche, y de inmediato nos disponemos a buscar un lugar para acampar. Pero resulta que casi todo el terreno está cubierto de nieve, o de hielo. Somos 230 excursionistas y el terreno plano y exento de nieve resulta escaso. Julio y yo nos posesionamos de un terreno de unos 2 x 3 metros, contiguo a una cerca de alambre de púas por un lado, y al camino por el otro. No resulta muy atractivo, pero al menos no tiene nieve. En eso llegan a donde nos encontramos, nuestro amigo Juan José Amezola y demás compañeros del Club Cuauhtémoc, de Guadalajara. Veterano de 30 Confras, Juan José es buen conocedor del terreno y nos guía a un lugar que no vemos desde donde estamos, pero que es plano, no tiene nieve, y permite instalar unas cinco carpas.
Tan pronto instalamos nuestra carpa, procedemos a cenar tacos y café, y nos instalamos dentro de nuestra carpa para descansar y protegernos del frío. Mañana, la partida está programada para las 6:30 AM y tenemos un largo camino por recorrer.
Durante toda la noche se oyen los motores de las camionetas y cuatrimotos de Protección Civil de Jalisco que patrullan el área. Por suerte no estamos muy cerca del camino. Durante la noche la temperatura exterior desciende hasta menos 3°C, pero estamos suficientemente abrigados y esta temperatura no nos causa problema alguno.
Sube Pelayo
A las 6:30 AM del viernes 6, suenan silbatazos en el campamento. Aunque es la hora de partida, la mayoría de los asistentes estamos aún muy a gusto en nuestros sacos de dormir. Todavía es de noche, y el recoger y guardar en la mochila todas nuestras cosas, desmontar y enrollar la carpa, nos toma bastante tiempo. Luego un rápido desayuno de frutas secas, café y galletas. Los silbatazos y gritos de los guías nos apresuran a iniciar la marcha, pero todo tiene su tiempo. Finalmente a eso de las 7:30 los integrantes del Cóndor y del Cuauhtémoc nos encontramos listos para partir, pero por motivos de organización no podemos hacerlo por nuestra cuenta. Debemos partir en grupos de unos 25 excursionistas con un guía oficial de la Confra.
El clima es despejado. Caminamos por un camino de terracería que nos llevará a una especie de puerto, llamado “La Calle de Dios”, situado entre el macizo del Picacho Norte, y un promontorio situado en frente de éste, donde están instaladas varias antenas. Toda la ruta que hemos de caminar ha sido cuidadosamente señalada con listones amarillos en forma muy visible, para evitar que alguien pueda tomar una ruta equivocada. Además, desde la Joya hasta la Calle, hay patrullaje constante de camionetas y cuatrimotos, tanto de la Asociación de Jalisco como de Protección Civil, y constante comunicación por radio entre los guías, el retaguardia, y las patrullas. Adicionalmente, con regularidad el retaguardia emite una serie de tres silbatazos, para señalar su presencia a quien inadvertidamente se hubiere rezagado o apartado de la ruta: la seguridad no es dejada al azar. El camino que transitamos no tiene nieve, pero sí hielo y charcos, y a ambos lados del camino hay mucha nieve. Algunos compañeros aprovechan para descender por las pendientes haciendo tobogán. Nuestra única incomodidad es el peso de nuestras mochilas, pero esto se compensa con las vistas de este volcán cubierto con una considerable capa de nieve. La nieve y la forma particular que tiene el Picacho Norte desde este lado, le confieren un cierto parecido con el famosísimo Cervino o Matterhorn.
Estamos en la Calle
Finalmente a las 10:15 llegamos a la Calle de Dios, a 3700 m de altitud. Aquí nos detenemos porque habrá una ceremonia, y mientras esperamos que lleguen todos los caminantes, aprovechamos para comer una sopa deshidratada y algo de fruta seca. Luego sigue la ceremonia conmemorativa de la 50ª Confraternidad, con la asistencia del Presidente Municipal de Zapotlán el Grande y algunos de sus colaboradores, del Presidente de la Federación Mexicana de Deportes de Montaña (ex Federación Mexicana de Excursionismo), y demás invitados de honor de la Asociación de Excursionismo, Montañismo y Escalada de Jalisco. Durante la ceremonia se informa que se solicitará a las autoridades que en la siguiente Confra se levante la veda que hay actualmente para subir a la cumbre del Nevado, por encontrarse a sólo 6.5 Km de la cumbre del Volcán de Fuego.
Vamos a la Ordeña
Terminada la ceremonia tomamos fotos en la nieve y a las 11:15 AM reanudamos la marcha. El camino continúa con poca pendiente por varios kilómetros y luego da vuelta a la ladera que tenemos a nuestra derecha, estando la cumbre del Nevado a nuestra izquierda. Luego tomamos una vereda que desciende del volcán abruptamente y cuyo terreno es de ceniza volcánica muy fina, pero hoy tiene muchos tramos con hielo seco muy resbaladizo. Aquí resulta muy útil el uso de bastones o bordón, para ayudar a mantener el equilibrio. Descendemos durante horas. Después de mediodía el cielo, que había permanecido despejado desde anoche, se nubla.
A las 2:40 PM llegamos a un claro donde hay reses, llamado “La Ordeña” (3,000 m de altitud), importante para nosotros por ser el primer lugar, después de La Joya (y es también el último), donde encontramos agua potable. Aquí debemos aprovisionarnos para todo el resto de hoy y para mañana.
Tras un breve descanso, a las 3:00 PM continuamos el descenso, rumbo a un promontorio en la ladera del volcán, llamado el Cerro de San Francisco, a cuyo pie tenemos programado acampar esta noche. Finalmente a las 4:50 PM llegamos al ansiado campamento, situado en una brecha. Estamos muy cansados. De inmediato buscamos un lugar para plantar la carpa, y luego procedemos a disfrutar de una sabrosa merienda-cena consistente en ensalada de atún con verduras, galletas saladas, café y barras de granola, y de postre, frutas secas.
Después de saborear este alimento, aunque todavía es temprano, decidimos acostarnos para descansar nuestra fatigada espalda. Más tarde escuchamos la invitación de nuestro amigo “Manín”,del Club Brujos de la Montaña, que nos ofrece una cena de chuletas y arrachera, pero nosotros ya hemos cenado y preferimos por ahora el descanso a la convivencia social. Mañana nos queda aún mucho por caminar. Durante la noche la temperatura exterior desciende a 5°C.
Telcruz
El sábado a las 6:30 AM nuevamente los silbatazos nos invitan a partir, aunque para muchos de nosotros es apenas la señal para levantarnos. Levantamos el campamento y tomamos un desayuno rápido y a las 7:30 AM empezamos a caminar, aunque no a descender, porque primeramente la vereda sube a la cima del Cerro de San Francisco, y al no tener más a donde subir, no queda otra opción más que descender hacia el valle.
El descenso del volcán prosigue toda la mañana. La vegetación luce exuberante, y plantas que conocemos de 75 a 100 cm de altura, aquí tienen el triple, como los lupinus, cardos y lantanas: deducimos que la arena volcánica resulta muy fértil para la vegetación. Las abundantes y variadas flores silvestres parecen empeñarse en desmentir que nos encontramos en invierno. A las 9:10 hacemos un breve descanso en una cañada bajo un frondosísimo y sombrío bosque. Luego continuamos la marcha y a las 9:55 llegamos a una brecha, la cual tomamos y que facilita mucho el caminar. A las 11:30 encontramos una trifurcación, y tomamos por la vereda del medio, que sube un poco y luego desciende nuevamente.
El clima es despejado y soleado, con aire tibio pero sol intenso. Caminamos y caminamos, luego encontramos las primeras chozas, donde un par de hombres, ocupados en bañar a un caballo, nos recuerda que hoy es sábado, y una anciana amablemente nos ofrece agua, que aceptamos con agradecimiento, si bien nosotros todavía traemos líquidos por consumir. Finalmente a la 1:20 PM llegamos a Telcruz, fin de nuestro camino, que resulta ser una ranchería, y no una compañía de telefonía celular, como alguien supuso. Aquí termina nuestro peregrinar, y los compañeros de la Asociación nos reciben con felicitaciones y nos ayudan a quitarnos la mochila. En este lugar disfrutamos de deliciosos tacos al vapor y bebidas heladas, y luego abordamos camionetas que nos llevan a la carretera, donde nos esperan los autobuses.
Rumbo al Paraíso
A las a las 2:30 PM partimos en autobús rumbo a Armería, Colima, a donde llegamos como a las 5:30 PM y de inmediato nos dirigimos a la playa llamada El Paraíso. Rápidamente nos instalamos en el hotel, nos bañamos aunque no nos haga falta, y pasamos a disfrutar la comida que nos ofrece la Asociación: delicioso caldo de pescado y camarones, pescado frito, ensalada y frijoles, con su correspondiente bebida. Mientras comemos, el sol decide darse un baño en el mar.
A las 8 PM principia la ceremonia de premiación y clausura en la playa. Se entregan medallas a quienes han asistido a tres Confras consecutivas, y son muchos los premiados, algunos de ellos adolescentes. También se premia a quienes han asistido muchos años a la Confra, y a los guías y retaguardias que se han distinguido por sus servicios.
Terminada la premiación, Carlos Silva, Retaguardia oficial de la 50ª Confra, informa las estadísticas:
Número de Asistentes: 230
Viernes 6: 12 Km recorridos en 5 horas 20 min.
Sábado 7: 14 Km recorridos en 6 horas 40 min.
En total: 26 Km recorridos en 12 horas
Altitud máxima: 3750 m en La Calle de Dios.
Altitud mínima: 1690 m en Telcruz
Temperatura mínima camp. 1: -3°C en La Joya
Temperatura mínima en el camp. 2: +5°C
A continuación hace uso de la palabra el Presidente de la Federación Mexicana de Deportes de Montaña, quien informa que se brindará un homenaje a la popular montañista Alicia Solís Rodríguez durante la Confraternidad Montañista del Norte el próximo mes de diciembre en La Calle, e invita a todos los montañistas a participar en el mismo.
El domingo 8 en la mañana lo pasamos descansando en la playa, y después de mediodía abordamos uno de los autobuses que nos lleva de regreso a Guadalajara, a donde llegamos a las 6:15 PM, y el lunes temprano regresamos a Monterrey.
Queremos expresar nuestro agradecimiento a nuestros anfitriones, los compañeros montañistas de Occidente por todas las atenciones que nos brindaron durante esta Confra. En forma muy especial a nuestros buenos amigos del Club Cuahutémoc: a la familia Amezola Orozco, a Manuel Morán, Héctor Vieyra y Alberto Castañeda, por su hospitalidad al permitirnos integrarnos a su grupo durante esta confraternidad.
Termino esta reseña citando unas palabras de Don Luis R. Alfaro, veterano montañista del Grupo Cima de Guadalajara, durante su discurso de clausura a la 50ª Confraternidad Montañista de Occidente, palabras que explican nuestra presencia en esta Confra:
“Amamos profundamente el paisaje mexicano: la montaña, los mares y los ríos. De lo contrario no estuviéramos aquí”.
Redactó: Eduardo Verduzco
UNIDOS Y ADELANTE
Asistentes:
Hernánez, Julio César — Capitán
Verduzco Martínez, Eduardo
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