Con sede en Monterrey, México, el nuestro es el Club independiente de excursionismo en activo más antiguo en el Noreste del País. Sean bienvenidos a conocer algo de nuestra larga historia. Por Eduardo Verduzco El Club Explorador Cóndor fue fundado el 10 de Mayo de 1940 a iniciativa de Rogelio Rodríguez. Él empezó a reunir el grupo, e hizo el primer reglamento de excursiones. La fundación tuvo lugar en la casa paterna de la familia Rodríguez, en la calle Yucatán, entre 5 de Febrero y 2 de Abril, en la Colonia Independencia. Se estableció una disciplina de corte paramilitar, y se instituyó el cargo de "Capitán", quien tiene la total autoridad y responsabilidad de la seguridad del grupo durante una excursión. Corrían los tiempos de la Segunda Guerra europea, que pronto se convertiría en mundial, y Rogelio tenía la noción de que en alguna forma el nuevo club tendría ocasión de prestar servicios útiles a la Patria. Las ideas que Rogelio, que conta...
Exc. 2004/31 - 2ª Fuerza - 3 de Octubre de 2004
Para mí esta fue una excursión a los recuerdos…
Salimos aproximadamente a las 8:30 horas del WalMart de Las Torres y Garza Sada y nos dirigimos a la entrada a La Estanzuela.
Después pasamos por un club hípico y la Colonia Valle Alto con rumbo al Cañón de la Virgen, que la verdad no me sonaba.
Lalo nos advirtió que pasaríamos por un campo de tiro y, sí, al poco rato de iniciar la caminata nos encontramos con muchas personas con arcos y flechas. Algo raro, pero, bueno, estábamos en propiedad privada y podíamos esperar cualquier cosa.
Al fin salimos del área donde se llevaba a cabo la competencia de tiro y me sentí más tranquila.
La mañana estaba bastante húmeda.
Al fin bajamos al arroyo que baja del cañón, tras varios resbalones y no pocos sentones porque la vereda estaba mojada, llegamos a la entrada de una mina.
Inmediatamente los recuerdos llegaron a mi mente.
En 1971, tras mucho rogarle a mi hermano Mario que me llevara a una salida con el Club. Al fin accedió y ésta fue mi primera excursión oficial con el Cóndor, aunque yo la conocí como la Posada de Vidrio Plano.
Recuerdo que aquella ocasión fue toda una aventura porque nos metimos a la mina. Sin lámpara y apenas una cajita de cerillos y una cuerda que parecía elástico.
Pronto me di cuenta de lo peligroso del lugar pues casi en la entrada había un tiro, al que osadamente nos metimos para poder seguir adelante.
Uno a uno entramos al tiro, pero yo resbalé y fue Pepín Valdés, nuestro ahora Presidente del Club, quien me sacó del apuro al estirarse y jalarme mientras colgaba de la cuerda.
Ni eso nos hizo desistir de nuestra aventura y continuamos, saltando tiros bastante profundos que estaban a todo lo ancho del camino.
En el fondo de todo encontramos estalactitas y estalagmitas producto de las filtraciones de humedad. Nunca había visto nada parecido. El esfuerzo, y ahora entiendo que también el riesgo, valió la pena.
Algunos de los que fueron en aquella ocasión: Heriberto Pérez, Beto Castillo, mi primo Jaime Presa, mi hermano Mario Presa y Pepe Valdés.
Los demás se escapan a mi memoria. Puros juveniles. Claro, en aquel entonces.
Regresando al presente, después de descansar un rato en la mina, proseguimos el camino hasta cruzar de nuevo el arroyo y ahí el camino se perdía. Quizá el cauce se modificó en los últimos años. Lalo, Beto y Lalo Duncan fueron a reconocer el camino, y lo hallaron más adelante, pero decidimos regresar porque amenazaba la lluvia y no queríamos que nos agarrara en descampado.
Acordamos regresar a la mina para comer y donde, si llovía, podíamos protegernos.
Tras comer, sólo se animaron a entrar a la antigua mina Eduardo Duncan, Óscar y las hermanas Carmen y Karla. Pero sólo avanzaron unos metros y se retiraron.
Yo ni me acerqué porque le ayudaba a mi hija Libertad a colectar unos pocos helechos para su clase de botánica.
Tras las infaltables fotos del recuerdo, reanudamos el regreso sin ningún contratiempo, salvo algún incidente con la hortiguilla.
Al volver a donde estaba la competencia de tiro encontramos un tiradero de botellas de agua, cerveza y vasos desechables. Esperamos que envíen a sus ayudantes a recogerlas, tal y como los enviaron a llevarlas.
Y así terminó una excursión menos excitante que mi primera en 1971, pero con su dosis de emoción porque, la verdad, nunca imaginé en regresar a la Posada de Vidrio Plano después de 33 años y mucho menos como madre de dos jóvenes Cóndor: Libertad y Silvae.
Redactó: Teresa Presa Vásquez
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Luego nos percatamos que también existía otra cueva en la pared frontal del cerro teníamos que cruzando el río. Era una cueva aparentemente de mineros, y se encontraba lista para ser explorada también, de igual forma Eduardo, Óscar, Carmen y yo nos moríamos de ganas por escalar y entrar a ella que no se nos complicaba la subida. Pero sí la bajada. Así, por no llevar cuerdas ni el equipo necesario para descender, sólo nos quedamos con las ganas… Ni modo, chicos, ¡ya será para la próxima! Luego, aprovechando una enorme piedra en medio de río, empezó una sesión de fotos de todos los chicos y chicas guapas. Estoy segura el más fotogénico será Érick.
Y, bueno, finalmente el regreso que fue muy rápido y tranquilo, sólo me pasaba por la mente que era impresionante que tan cerca de la ciudad exista un lugar tan lleno de naturaleza y vida en flor, fresco y, sobre todo, con un hermoso río.
Agradezco de nuevo a todos mis compañeros de excursión lo padre que disfruté el recorrido.
Redactó: Karla Treviño Sosa
UNIDOS Y ADELANTE
ASISTENTES
Verduzco Martínez, Eduardo (Capitán sustituto y Guía)
Sánchez Presa, Libertad
Sánchez Presa, Silvae
Presa Vásquez, Teresa
Castillo Maldonado, Érick (a)
Treviño Sosa, Carmen Julia (i)
Treviño Sosa, Karla Ivonne (i)
Duncan, Eduardo (i)
Martínez, Óscar (i)
Castillo Juárez, Alberto (Retaguardia)
Las condoritas
El día 12 de agosto de 1948 se fundó la Sección Femenil del Club Explorador Cóndor, y el día 22 del mismo mes efectuó su primera excursión a las Grutas de San Bartolo, con asistencia de 18 damas más un Guía y un Retaguardia varones. Así, el Cóndor fue un precursor en el montañismo neoleonés al permitir y alentar la participación de la mujer en sus actividades de montaña.
Resulta significativo que una de las fundadoras de esta Sección Femenil fue Zoila Rodríguez Álvarez, hermana de nuestros fundadores Rogelio y Amado Rodríguez Álvarez, porque este detalle manifiesta el carácter familiar que siempre han tenido las actividades del Club Cóndor.
Años después, la Sección Femenil y la Varonil del Cóndor se integraron en una sola, y así han estado por más de 50 años, durante los cuales las damas han tenido un papel muy destacado en nuestras actividades: han sobresalido en excursiones, caminatas, volcanes, ríos, escalada y como Guías, con rendimiento igual, y muchas veces superior, al de los hombres.
La reseña adjunta ha sido elaborada exclusivamente por damas. De esta manera deseamos reconocer y manifestar la contribución de las mujeres al crecimiento y superación de nuestro Club.
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