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El Cóndor ayer

Con sede en Monterrey, México, el nuestro es el Club independiente de excursionismo en activo más antiguo en el Noreste del País. Sean bienvenidos a conocer algo de nuestra larga historia. Por Eduardo Verduzco El Club Explorador Cóndor fue fundado el 10 de Mayo de 1940 a iniciativa de Rogelio Rodríguez. Él empezó a reunir el grupo, e hizo el primer reglamento de excursiones. La fundación tuvo lugar en la casa paterna de la familia Rodríguez, en la calle Yucatán, entre 5 de Febrero y 2 de Abril, en la Colonia Independencia. Se estableció una disciplina de corte paramilitar, y se instituyó el cargo de "Capitán", quien tiene la total autoridad y responsabilidad de la seguridad del grupo durante una excursión. Corrían los tiempos de la Segunda Guerra europea, que pronto se convertiría en mundial, y Rogelio tenía la noción de que en alguna forma el nuevo club tendría ocasión de prestar servicios útiles a la Patria. Las ideas que Rogelio, que conta...

El Picacho Sur del Nevado de Colima


Exc. 2009/14 - Primera Fuerza - 13 a 16 de Marzo de 2009

LA PARTIDA

El viernes 13 en la noche salimos de Monterrey 13 compañeros a bordo de un minibus rumbo a Guadalajara. Otros cuatro compañeros salen en autobús la misma noche.


El sábado después de una breve estancia en Guadalajara donde nos encontramos con nuestros Guías Francisco Alatorre y Carmen Elvira Santiago, ambos del CEM Chimalhuacán. Continuamos rumbo a Zapotlán el Grande (ex Cd. Guzmán) y de allí empezamos a ascender el Nevado hasta el paraje llamado “La Joya”, planicie boscosa muy adecuada para acampar. Allí se encuentran ya nuestros Compañeros Jorge Alberto Rodríguez, Roberto Muñoz, Francisco García Quintanilla y Alejandro Arizpe, junto con nuestro buen amigo Diego Leñero, del Cuerpo de Exploraciones de Occidente. Ellos tienen brasas en el asador de una palapa, donde después de armar las tiendas de campaña procedemos a calentar flautas, tamales tacos, etc. que acompañamos con un buen café y sabrosa plática.

EL ASCENSO

Por la mañana del domingo nuestro Capitán Julio nos despierta a silbatazos a las 5 AM. Las tiendas de campaña están secas en su interior, indicación de que la temperatura descendió por abajo del punto de congelación. Por indicaciones de nuestro Guía, el minibus nos llevará a la Calle de Dios para iniciar desde allí el ascenso. Los compañeros que nos precedieron subirán desde la Joya por la cañada.


Levantar el campamento, es decir desarmar las carpas y guardar todo en la mochila es un proceso lento, sobre todo en la oscuridad de la madrugada. Finalmente abordamos el minibús y nos ponemos en marcha, al poco rato contemplamos la salida del sol a nuestra izquierda, indicación de que vamos subiendo hacia el sur mientras tenemos frente a nosotros al Picacho. A los lados del camino la tierra brilla con minúsculos cristales de hielo.


Como a las 8:00 empezamos a caminar en la Calle de Dios por una brecha que sube hasta las antenas y el observatorio vulcanológico de la Universidad de Colima, situados a 4000 m de altitud y a 5 Km de distancia del cráter del Volcán de Fuego, que se yergue imponente frente a nosotros. Del observatorio sale una vereda rumbo a Colimotes, amplio puerto situado al poniente del Picacho Norte, donde nos encontramos con un fuerte y helado viento que nos azota desde el sur.

CONTINUAMOS LA MARCHA

Para subir al Picacho Sur desde Colimotes, tenemos que rodear el Picacho y ascender a éste desde el oriente, es decir desde la ladera opuesta a la que tenemos frente a nosotros. Hasta Colimotes el terreno ha sido de arena volcánica, pero a partir de allí encontramos roca volcánica. La pendiente aumenta considerablemente a medida que avanzamos y el terreno es inestable porque las rocas están bastante sueltas, así que hay que avanzar con mucha precaución para no desprender rocas a los compañeros que nos siguen. Además empezamos a sentir los efectos de la altura, que aunque leves, nos obligan a aflojar el paso para darnos tiempo de aspirar más oxígeno. Finalmente cerca de las 12:00 llegamos a la cumbre del Picacho Sur.

LA CUMBRE

Es un momento emotivo, la culminación de nuestros esfuerzos y el cumplimiento de nuestros anhelos. En silencio damos gracias a Dios por permitirnos llegar a todos con bien. Nos felicitamos mutuamente y tomamos multitud de fotos, ya que el tiempo está completamente despejado y el Volcán de Fuego se ve tan cerca nuestro y nos saluda con pequeñas fumarolas, nada comparables con las que hemos visto en anteriores ocasiones, pero que aún así constituyen una demostración palpable de que se trata de un volcán activo.


Nuestra Compañera Sara Gabriela Chin ha solicitado hacer su Protesta en esta cumbre y escoge de Padrino a Pepe Luján. Por haber cumplido con los requisitos respectivos, nuestro Capitán Julio César Hernández procede a tomarle la Protesta. Es la primera vez un Cóndor hace su Protesta en esta cumbre, y nos alegramos mucho de su ingreso al Club. A las 12:30 la mitad del grupo emprende el regreso a Colimotes mientras que la otra mitad se dirige junto con nuestro Guía Francisco Alatorre al Picacho Norte, situado a corta distancia de allí pero cuyo ascenso “es más técnico”, nos dice Alatorre.


Regresamos a Colimotes y como el viento continúa azotando fuerte, varios de nosotros pedimos permiso al Capitán para regresar a la Calle de Dios, mientras Julio permanece en ese lugar hasta que regresen todos los que han ido al Picacho Norte.


Finalmente como a las 4 PM todos estamos de regreso en la Calle de Dios. Nos despedimos de nuestros excelentes Guías y Anfitriones Francisco y Carmen y les agradecemos sus múltiples gentilezas, y a bordo del minubus emprendemos el descenso de este bellísimo volcán y nos dirigimos a nuestro premio: la “Playa Paraíso" de Armería, Colima.

LA PLAYA

Llegamos a Playa Paraíso de noche, y nos encontramos con que hay mucho turismo porque mañana lunes es día feriado, y el hotel no nos ha respetado nuestra reservación, pero Pepe Luján se pone a buscar habitaciones en todos los hoteles, y finalmente encuentra un apartamento de 4 recámaras con clima y todas las comodidades, mientras que otros Compañeros consiguen una habitación adicional en el primer hotel.


Un buen baño, una sabrosa cena y un merecido descanso. El lunes en la mañana nuestro Capitán nos despierta a silbatazos a las 7 am (y también a los demás huéspedes de los apartamentos) para ir a la playa (para entonces ya Aarón nos había dicho como unas 100 veces desde antes de salir de Monterrey que quería ir a la playa). La playa está muy limpia, el agua también, la temperatura del agua muy tolerable. Más tarde un sabroso y variado almuerzo tipo bufet y cerca del medio día emprendemos el regreso a Monterrey, a donde llegamos sin incidentes.


Cabe felicitar a Pepe Luján y a Julio Hernández por la excelente organización y conducción de esta añorada y memorable excursión, y a los demás compañeros por su entusiasmo, y cooperación para lograr el éxito de la misma.

Redactó: Eduardo Verduzco



Desde la primera reunión  a la que asistí me di cuenta de que el Club tiene gran espíritu, sus miembros son entusiastas, ¡este Club tiene vida! Todos dispuestos a brindar consejos y cualquier cosa que necesites, aprendes mucho gracias a la experiencia de los integrantes.

Largo camino en bus 70’tero, estuvo genial pues yo soy retro me encantaron los videos =) nuestro (= Hippie Van, gracias a los rucos extremos, tortas ahogadas en Gdl, espera en la agencia, y el campamento en la Joya que aunque estuve mal pude disfrutarlo.

Al llegar al campamento por ahí de los 3000 msnm experimenté el mal de altura. Gracias a todos que estuvieron ahí, el Doc con sus pastillas, el Capi que me ofreció su café, Ana y Roger (cargaron las bolsas con su contenido) además todos apoyaron para  armar al O.bjeto P.ara A.campar N.o I.dentifiacado jaja también aprendí del Capi Jr. …(yo estaba ayudando pero mi estado no daba para más) mi mayor temor al sentirme tan mal era no poder subir).

Al siguiente día ya me había aclimatado a la altura. Aprendí a hiperventilar, gracias Capi y Chuy que me acompañaron con el paso Volcanero. Gracias al guía Alatorre que nos mostró las mejores vistas de la montaña. Felicidades a Sara Chin por su protesta en la cumbre.

El clima estuvo excelente y tan extremista, muy frío el hielo algo de nieve en Colimotes, la neblina  y a la vuelta el sol en todo su esplendor.  Los enormes pinos, árboles y las rocas estilo san José del cabo. Ya al final el Volcán de Fuego nos brindó algunas fumarolas pequeñas. Algunos sólo admiramos el 2do. Picacho que es muy diferente al primero se veía más divertido, pero se hacía tarde… será para la próxima Capi…

Y para cerrar con broche de oro la playa Paraíso que ya no me arriesgué por la gripa, pero ¡qué olas!, se daban vuelo los surfers.

Después de convivir tanto, ya se escuchaba delirar a los integrantes hablando del trabajo, ¡por Dios! Hasta el pobre chofer cargó con los estragos…. y otros usando linterna de cabeza para hacer la tarea…

Así fue mi primer excursión de alta montaña al Nevado de Colima junto al gran Club Explorador Cóndor.

Redactó: Iris García Castillo



Ya entrada la noche, el viernes 13 de marzo, salimos de Monterrey camino al Nevado de Colima. Como en la mayoría de salidas en las que me apunto últimamente, en mi calidad de foránea, no tenía la menor idea de a dónde íbamos ni de qué esperar… Se siente refrescante volver a sentir la emoción que acompaña a lo inesperado y, aún más cuando le sumas muy buena compañía.

Después de un largo viaje en camión, durante el cual empecé a desear tener las piernas mucho más cortas, llegamos a Guadalajara para abastecer la pancita y solventar un pequeño detalle mecánico de nuestro vehículo. Proseguimos a Ciudad Guzmán donde se hizo la última parada técnica para abastecernos de provisiones…  ¡Más pareció que estábamos haciendo el mandado de un mes porque estuvo algo larguito!

Sin embargo, el Nevado estaba relativamente cerca y muy pronto pudimos ver el Picacho, nuestra meta para el día siguiente...  Acampamos en la Joya donde tuve la oportunidad de juntarme con otros conocidos del deporte de Monterrey, cenamos copiosamente (común en los campamentos Cóndor) y luego proseguimos a descansar, finalmente estiraditos, después de interminables horas de contorsionismo en el camión.

El ascenso fue variado…  Nunca había experimentado cambios de clima tan drásticos…  A ratos te congelas, a ratos está agradable, a ratos quisieras arrancarte la chamarra.  El recorrido es hermoso…  ¡Hay chorreaderos de arena!  Para los que saben de qué estoy hablando, estoy segura que estarán de acuerdo conmigo cuando digo que son divertidísimos…  Hicimos la primera cumbre y como es costumbre en mí, proseguí a emular a una lagartija y tomé el sol por un buen ratito.  El plato fuerte de esta cumbre fue mi toma de Protesta como “Condorita” por parte de Julio y acompañada de Pepe como mi Padrino…  Muchas gracias chicos

Un pequeño grupito tuvimos la oportunidad de visitar la siguiente cumbre…  El recorrido es divertidito, un poco más técnico y retador, sin embargo, lo divertido fue la bajada…  Encontramos un caminito en un cañón que a simple vista parecía transitable…  Sin embargo, después de varios resbalones me di por vencida y proseguí a bajar sobre 5 puntos de apoyo, después de todo, del suelo no paso.  Estuvo por demás divertido…  ¡Especialmente el chorreadero al final!

El descenso fue facilito…  La pendiente mínima y sobre un camino que no podría estar mejor… 
Realizada la hazaña propuesta para el fin de semana nos dirigimos a la PLAYA!  La cual disfrutamos en toda su gloria el lunes en la mañana…  Me sorprende tanto el aguante de los niños; yo, después de un par de horas de arrastrones me di por vencida y salí de las olas…  Pero Aarón parecía tan a gusto, tal cual delfín, estaba en su elemento.

Luego de un riquísimo caldo de mariscos y cuanta cosa que comimos en el almuerzo, nos despedimos de nuestra pequeña aventura y nos dirigimos de regreso a Monterrey, a donde llegamos después de muchas horas, pero felices y contentos por todas las experiencias vividas.


Gracias a todos por su compañía, ¡me divertí mucho!

Redacto: Sara Chin



Cuando no pude ir a la Confra 2009 en Febrero me puse muy triste porque estuve esperando todo un año para asistir pero le dije a mi papá que había aprendido algo: que no sólo se necesita de ganas para ir sino también de cuidar nuestra salud, porque eso es parte del equipo. Él me dijo: “no te preocupes hijo, prometo llevarte después”.

Él siempre me ha dicho que las montañas no se van a ir, que siempre me van estar esperando. Nunca pensé que un mes después de haberme dicho él eso ya estaría empacando para ir a mi encuentro con la montaña. Cuando siento que hay algún reto difícil de vencer mis papás siempre me han dicho que si puedo escalar montañas de 4340 mts a mi corta edad puedo vencer cualquier reto que se presente en mi camino y pienso en mis montañas y le echo ganas.

Ah en cuanto al PICACHO fue una excursión agotadora para mí pero me gustó mucho porque al final sabia que tendría mi recompensa al llegar a la playa; como dijo Sara, estaba en mi elemento ya que soy acuario, aunque durante el camino no disfruté mucho de la trayectoria del camión porque tenía que cumplir con otro reto que era terminar mi tarea para entregarla el martes llegando y le agradezco mucho a Sara que me haya contado la historia de la Ziguamota. Así como mis compañeros llegando tuvieron que irse al trabajo, yo apenas tuve tiempo de cambiarme y arreglar mi mochila mientras el Sr. del transporte me estaba esperando.

COMPAÑEROS: NO CREAN QUE ME HE OLVIDADO DE LA LANA QUE ME DEBEN POR RENTAR EL CARTEL.

Realmente amo la montaña y la respeto.

Te quiero Papá y gracias por esa herencia.

Redactó: Aarón Hernández Pérez (12 años)

UNIDOS Y ADELANTE

ASISTENTES

Alatorre Martínez, Francisco Javier (i)
Almaguer Ortega, Alejandro (a)
Arizpe Montemayor, Alejandro (i)
Chin Solera, Sara Gabriela
García Castillo, Iris Aidée (i)
García Quintanilla, Francisco (a)
González Fernández, César (i)
Hernández García, Julio César
Hernández Pérez, Aarón
Leñero Espinoza, Diego (i)
Mena, Anabel (i)
Muñoz Cepeda, Roberto (i)
Pérez Hinojosa, Manuel (i)
Pérez Luján, José
Rodríguez Martínez, Jorge Alberto
Santiago Rodríguez, Carmen Elvira (i)
Torres Silva, Rogelio (i)
Velázquez Muñiz, Jesús (i)
Verduzco Martínez, Eduardo





Desde 1954

El Nevado de Colima (o El Colima) es un volcán de 4,340 m de altitud situado en el Estado de Jalisco. Es una montaña muy bella y por lo mismo es muy frecuentada por los montañistas. En ella se celebra anualmente la Confraternidad Montañista de Occidente, evento al que el Club Cóndor acude desde 1954.


Nuestros Compañeros Salvador Morúa Zavala (Reseña) y Jesús Guerra García nos cuentan que en las décadas de los 50 y 60 la Confraternidad consistía en ascender a los dos picachos del Nevado de Colima y luego a su vecino Volcán de Fuego, incluyendo un descenso al cráter de ése último. Un trayecto heroico, sin duda.


A partir de 1999 la actividad del Volcán de Fuego motivó la prohibición por parte de Protección Civil de Jalisco, de ascender a éste, así como a la cumbre de su vecino el Nevado de Colima, de manera que quienes hemos asistido a la Confra en el Siglo 21, hemos tenido vedado ascender al emblemático Picacho Norte del Nevado, así como a su vecino Picacho Sur.


En este año 2009, a 10 años de establecida la veda, finalmente PC concede permisos limitados, solicitados previamente, para ascender a esta bella cumbre.


Fue durante nuestra participación en la Confra 2009, que nuestro excelente amigo Francisco Javier Alatorre, Socio del Club de Exploradores Mexicanos Chimalhuacán de Guadalajara, con el cual el Cóndor tiene amistad desde hace más de 50 años, nos ofreció guiarnos al Picacho Sur (con extensión al Picacho Norte), gesto que le agradecemos infinitamente, porque nos permitió satisfacer un añejo anhelo.

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Yo nunca lo olvidaré

Acababa yo de cumplir los 18 años cuando ingresé al Club Explorador Cóndor como Socio Aspirante. Aunque yo excursionaba antes de entrar al Cóndor, conocía muy pocos lugares para excursionar, y mi ingreso al Club fue como entrar a una biblioteca y encontrar multitud de libros a cual más interesante. Mi segunda excursión con el Cóndor fue durante el mes de noviembre de 1960, a las Grutas de Bustamante. Partimos en tren como a las 6 de la tarde de Monterrey, y llegamos a la estación de Bustamante a eso de las 8 de la noche. Desde allí caminamos hasta el pueblo, donde hicimos un descanso en la plaza y luego continuamos rumbo a las grutas. Mientras ascendíamos la sierra, de pronto el cielo adquirió un color rojo cereza. La raza preguntaba "¿qué es eso?" y alguien sugirió que era "la fundición" (cuando la Fundidora Monterrey estaba en operación, al vaciar la escoria candente durante las noches nubladas, las nubes se teñían de rojo), pero en este caso eso ...