Con sede en Monterrey, México, el nuestro es el Club independiente de excursionismo en activo más antiguo en el Noreste del País. Sean bienvenidos a conocer algo de nuestra larga historia. Por Eduardo Verduzco El Club Explorador Cóndor fue fundado el 10 de Mayo de 1940 a iniciativa de Rogelio Rodríguez. Él empezó a reunir el grupo, e hizo el primer reglamento de excursiones. La fundación tuvo lugar en la casa paterna de la familia Rodríguez, en la calle Yucatán, entre 5 de Febrero y 2 de Abril, en la Colonia Independencia. Se estableció una disciplina de corte paramilitar, y se instituyó el cargo de "Capitán", quien tiene la total autoridad y responsabilidad de la seguridad del grupo durante una excursión. Corrían los tiempos de la Segunda Guerra europea, que pronto se convertiría en mundial, y Rogelio tenía la noción de que en alguna forma el nuevo club tendría ocasión de prestar servicios útiles a la Patria. Las ideas que Rogelio, que conta...
Exc. 2004 - 2a. Fuerza - 14 de marzo 2004
Siempre hay algo nuevo que explorar y en esta ocasión, Lalo nos convoca a una salida de excursión con campamento al cerro de El Temeroso el 13 y 14 de marzo del 2004. Nuestro gran amigo Jorge A. Rodríguez se ha anotado de capitán y guía para esta aventura.
Puntuales a la cita de salida, nos reunimos Lalo Verduzco, José Luis Valdés, Alberto Castillo, Eusebio Olvera, Jorge A. Rodríguez y Yo.
Jorge, haciendo gala de su experiencia, nos programó un fin de semana lleno de sorpresas. Saliendo el sábado al medio día, nos dirigimos a Concepción del Oro, Zac., población que está al pié del cerro El Temeroso.
El plan, dejar los vehículos en Concha del Oro para realizar durante la tarde una caminata al pueblito de Real de Aranzazu donde pernoctaríamos y de pasada avanzamos en la ascención del cerro y así, en la mañana del domingo, dedicarnos a conquistar la cumbre y poder regresar temprano a Monterrey.
Bien es cierto que los viajes ilustran, cuantas veces había pasado por la carretera a un costado de Concepción del Oro, sin que me llamara la atención esta población. Fundada por los españoles que seguían las vetas de oro y otros minerales desde Guanajuato y Zacatecas, fue el punto de partida para los colonizadores que fundaron Saltillo y posteriormente a Monterrey.
El paisaje en esta zona es desértico donde la principal actividad ha sido la minería, en todas las laderas de los cerros que rodean la población, se aprecia la cantidad de material que se ha extraido de las minas, formando grandes depósitos y lomeríos artificiales.
Siguiendo el plan de Jorge, nos dirigimos a utilizar un camino que fue construido por los primeros mineros para transportar el material entre Concepción del Oro y Real de Aranzazu. En algunas partes ya no es más que una simple vereda, en otras, conserva su ancho original y lo más notable es que hay una sección que aún conserva el empedrado original, su muro de contención y dotado con un típico barandal español de piedra y su sistema de drenaje en funcionamiento.
Durante el trayecto, la caminata fue aderezada con anécdotas que Jorge nos contó sobre la región y sus anteriores ascensos al cerro, propiciando que disfrutáramos aún más de esta excursión.
Puntualmente, conforme lo planeado, al anochecer llegamos a Real de Aranzazu, un pueblo minero abandonado a mitad de la sierra para instalar el campamento en el atrio de la iglesia del lugar. Este lugar localizado a más de 2,600 msnm resultó ideal para nuestra aclimatación a la altura y disfrute de la excursión.
Hace tiempo que no tenía oportunidad de pasar una noche bajo el cielo del desierto, teníamos sobre nosotros solo un poco de nubosidad, por lo que se apreciaba la bóveda celeste y a la Vía Láctea casi en su máximo esplendor, ¿dormir en hotel de 5 estrellas?, el nuestro era hoy de miles.
No cabe duda que esta noche era especial, después de compartir los alimentos de la cena, a eso de las 9:30 pm nos dispusimos a asistir y participar en un concierto y serenata de ronquidos que duró hasta el amanecer y dieron fe de que descansamos a pierna suelta, despertando listos para atacar a El Temeroso.
Sin prisa almorzamos y levantamos el campamento, hicimos también una visita al interior de la iglesia donde quedé maravillado de su estilo arquitectónico y su cantidad y calidad de pinturas murales, tomamos fotos del lugar y nos dispusimos a continuar la excursión.
Con El Temeroso al frente, primero descendimos para cruzar una cañada que nos separaba de su ladera principal, poco después ya ascendiendo nos encontramos con partes boscosas y apreciamos al Pinus johannis que es endémico de este cerro y otras zonas cercanas. Esta variedad pertenece a la familia de los pinos piñoneros; en el trayecto Eusebio logró colectar algunos piñones, pero no resultaron buenos.
A la mitad del ascenso llegamos al puerto “Pelones” donde, siguiendo la vereda muy marcada y accesible, continuamos avanzando por la ladera trasera del cerro, rodeándolo hasta llegar a un segundo puerto. En este lugar, dejamos las mochilas para realizar sin carga el ataque final.
En 20 minutos más, estábamos en la cima. El Temeroso ya era nuestro. El GPS marca 2,936 msnm, casi la misma altura que La Calle, subimos con equipo de campamento pero por la aclimatación de la noche anterior y el paso tranquilo con el que Jorge nos guió, en lo personal, me permitieron disfrutar de estos momentos de manera muy particular.
El retorno, después de regresar por las mochilas, lo efectuamos por el frente del cerro que dá a Concepción del Oro, las veredas accesibles y con poco grado de dificultad a pesar de venir cargados, nos permitieron con rapidez llegar de nuevo hasta los automóviles.
Veredicto: Una excelente excursión, apta para el entrenamiento a proyectos más ambiciosos. Con aderezos de historia, minería, arte y botánica que la hacen atractiva de repetir.
Las coordenadas UTM son:
Cerro El Temeroso: 14 R 0252609E 2725493N altitud: 2,936 msnm
Real de Aranzazu: 14 R 0251512E 2724675N altitud: 2,616 msnm
Redactó: Jorge Belden
Asistentes:
Belden Torres, Jorge
Castillo Juárez, Alberto
Olvera González, Eusevio
Rodríguez Martínez, Jorge ( guía )
Valdés Lozano, José Luis
Verduzco Martínez, Eduardo
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