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El Cóndor ayer

Con sede en Monterrey, México, el nuestro es el Club independiente de excursionismo en activo más antiguo en el Noreste del País. Sean bienvenidos a conocer algo de nuestra larga historia. Por Eduardo Verduzco El Club Explorador Cóndor fue fundado el 10 de Mayo de 1940 a iniciativa de Rogelio Rodríguez. Él empezó a reunir el grupo, e hizo el primer reglamento de excursiones. La fundación tuvo lugar en la casa paterna de la familia Rodríguez, en la calle Yucatán, entre 5 de Febrero y 2 de Abril, en la Colonia Independencia. Se estableció una disciplina de corte paramilitar, y se instituyó el cargo de "Capitán", quien tiene la total autoridad y responsabilidad de la seguridad del grupo durante una excursión. Corrían los tiempos de la Segunda Guerra europea, que pronto se convertiría en mundial, y Rogelio tenía la noción de que en alguna forma el nuevo club tendría ocasión de prestar servicios útiles a la Patria. Las ideas que Rogelio, que conta...

Grutas de Carbonato


Exc, 2006/30 - 2a Fuerza - 29 de octubre de 2006

Por primera vez, tengo oportunidad de salir de excursión al Cerro de las Mitras, el imponente vigía del poniente de la ciudad.

Durante varios fines de semana estuvimos planteando realizar una excursión para conocer las Grutas de Carbonato, así que, mejor ocasión no se nos podía presentar al contar con Jorge A. Rodríguez como guía.

Nos reunimos en el Club de Leones: Jorge, Jesús Cedillo y su nieto Omar, Maricruz y Armando Valdez, Felipe García, Lorenzo mi hermano a quien llevé de invitado y yo.

Iniciamos la caminata a un costado del Instituto Kilimanjaro a las 7:10 a.m. pasando registro en una caseta de vigilancia localizada a la entrada de la vereda, para luego internarnos en un tupido bosque de encinos, la verdad no me esperaba una vegetación tan frondosa en esta zona.

Poco a poco fuimos ascendiendo para irnos adentrando en la cañada que después se convirtió en chorreadero, más arriba cambiamos de cañada para nuevamente encontrarnos con más bosque de encinos.

Pasamos la vereda que lleva al “Paso de las Bicicletas” y a los picos del poniente, para continuar por la ruta que lleva al Pico Piloto. Un poco más arriba llegamos al Puerto de la Escalera que sería la parte más elevada del recorrido. El GPS me marcó una altura de 1,704 msnm y las coordenadas UTM 14R 0358076 E, 2843998 N.

Desde el puerto se puede apreciar hacia el sur al valle de Santa Catarina y todas las cordilleras de la Sierra Madre, hacia el norte destaca el Topo Chico y la urbanización del sector nor-poniente de la ciudad.

Descansamos unos minutos para luego iniciar el descenso por el lado poniente de la ladera sur del cerro, de este lado, el desnivel es más pronunciado, más abajo cruzamos la cañada y después de una escalada a nivel nos pasamos hacia el oriente a una cañada muy estrecha y de paredes más pronunciadas, que con solo asomarte para abajo, de seguro te caes.

Bajamos un poco más haciendo zigzag en la cañada y una cavidad hecha por los mineros para luego dirigirnos al vértice de la cañada donde está el túnel que lleva a las grutas. Como comentaba, la cañada es tan estrecha, que no ves el túnel hasta que estás frente a él.

Sacamos nuestras linternas y una lámpara de gas que llevé para iluminarnos en el túnel y dentro de la gruta. Con mucha precaución exploramos las formaciones de estalactitas y estalactitas del salón principal para también pasar a una cavidad donde Jorge ha colocado distintas imágenes de la Virgen en los nichos naturales que se han formado en la gruta. Un lugar digno de admirar, gracias a la devoción con la que Jorge ha formado este recinto.

Aunque se ve poco visitada después de las exploraciones de los mineros, las formaciones se conservan en buen estado, anteriores excursionistas han dejado velas en lugares estratégicos para iluminar el salón principal y cuenta con la señalización de cordones que te pasean por las diferentes cámaras. El suelo es muy irregular por lo que se tiene que andar con cuidado para no resbalar ó caer en alguna grieta.

Al concluir la visita, nos dirigimos a un túnel minero que se localiza a nivel en la pared poniente de la cañada, para descansar compartiendo comentarios y los alimentos que llevábamos.

Como Armando y Maricruz hacía un par de semanas habían explorado esa zona junto con Julio Hernández, el plan del regreso consistió en atravesar de sur a norte el cerro, utilizando un antiguo túnel minero que desemboca arriba y a un costado del “Paso de las Bicicletas”,  requiriendo realizar un rapel para llegar al nivel del paso, Jorge se disculpó de acompañarnos por tener que estar de vuelta temprano y el regreso que contemplábamos hacer, sería más tardado.

Sin tener que subir hasta el puerto, cambiamos de cañada para llegar al túnel de la mina que traspasa el cerro, realizamos este recorrido utilizando nuevamente las linternas y en una sección donde se llega a una cavidad natural, nos auxiliamos con una cuerda para hacer más seguro el paso entre los desniveles y rocas depositadas. Todo el interior está marcado por lo que no batallamos para salir del otro lado.

Al final del túnel, llegamos a un balcón donde nos preparamos a continuar la travesía a rapel. En el lugar hay un par de plaquetas nuevas donde asegurar la cuerda y los dispositivos de seguridad que nos permitirían realizar un descenso de aproximadamente 25 metros a rapel.

Compartimos los arneses disponibles y uno por uno, siguiendo rigurosamente los protocolos de seguridad y dándonos freno Armando, libramos el desnivel para continuar el regreso cruzando por el nivel del “Paso de las Bicicletas”.

Después vino el chorreadero y el resto de la bajada para luego concluir siendo casi las 6:00 pm, uno de los recorridos con la mayor variedad de actividades que puedes realizar en una excursión, pues hubo caminata, escalada, espeleología, exploración, descenso asistido y sobre todo, compañerismo y trabajo en equipo.

Gracias a Jorge por mostrarnos el lugar de veneración que ha construido dentro de las Grutas de Carbonato y a Armando por su apoyo en el descenso asistido.

Redactó: Jorge Belden

P.D. Por ser la primera ocasión que mi hermano Lorenzo nos acompaña, le pedí que elaborara una reseña con sus impresiones de la excursión.


En una mañana fresca con temperatura cercana a los 15 grados centígrados y cielo completamente despejado, emprendimos el ascenso alrededor de las 7:00 AM, partiendo de una caseta de vigilancia que se encuentra ubicada en los límites de Cumbres 5º  Sector con la falda norte del Cerro de las Mitras.

Con Jorge Rodríguez (“El Guía”) por delante, empezamos a caminar por una vereda angosta y a ratos empedrada. Después de unos 20 minutos llegamos a un lugar llamado “Cama de Piedra” en donde su encuentran unas enormes rocas a un costado de la vereda. Ahí hicimos la primera parada. En el lugar se encontraban un par personas conocidas de Jorge “El Guía”, quienes ya venían de regreso, y con quienes estuvo platicando por algunos minutos.

Seguimos subiendo, las paredes del cañón nos cubrirían de los rayos del sol durante todo el trayecto, lo cual permitía contar con un fresco muy agradable y evitar así un mayor desgaste físico. Cada quien llevaba su mochila en la cual cargaba su lámpara, algo de agua y refrigerios así como algunas golosinas, indispensables para ir restituyendo la quemazón de calorías a lo largo del recorrido. Armando también llevaba una cuerda y arneses, mismos que utilizaríamos más tarde en el descenso.

Con el paso del tiempo el camino fue tomado una mayor pendiente, y llegamos a algunos lugares en donde había muchas piedras sueltas, llamados “chorreaderos”, en donde en varias ocasiones era difícil seguir la vereda. Fue en uno de esos chorreaderos en que nos tocó observar como venía un “Rambo” en shorts y sin camisa bajando como si lo vinieran persiguiendo, eso sí con mucha técnica pero sin justificación aparente para andarse arriesgando. No quiero imaginarme donde hubiera ido a parar si se le chorreaban los frenos.

Fue muy ameno seguir de cerca a “El Guía” ya que con toda su experiencia le sobra de que ir platicando. El mismo reconoció que entre montañistas y pescadores hay ciertas similitudes, creo que a los cazadores les pasa lo mismo.

Llegó un punto en el que se acabaron los chorreaderos y de ahí en delante sólo por la vereda. Un poco más arriba nos detuvimos en “El Nacimiento”, lugar en donde la gente que pasa ha venido colocando un buen número de borregos. Ahí también está un misterio (San José, Virgen y Niño Jesús) en el interior de una pequeña cavidad.   Colgando de un árbol está un cristo fuera del alcance de los amantes de lo ajeno.

Para esto Maricruz no perdía oportunidad para sacar su cámara y fotografiar cada escena que a lo largo de la travesía se iba presentando. Yo también llevé mi cámara de lo cual no me arrepiento.

En un rato más llegamos “al Puerto”, lugar desde el cual se podía ver hacia ambos lados de la montaña. Si mal no recuerdo se comentó que nos tomó el ascenso algo así como 3 horas. Ahí descansamos un rato, tomamos algunas fotos, y posteriormente comenzamos a descender hacia el lado sur, ya que Jorge “El Guía” nos habría de llevar a un lugar muy especial.

Fue entonces cuando nos comenzó a pegar el sol y algo de calor se hizo sentir. Tomamos una vereda que te lleva al lado Oriente del cañón, y estimo que a alrededor de 200 metros de la cima se encontraba la entrada de la primera cueva.

Al llegar ahí nos quitamos las mochilas y tomó cada quien su lámpara. Caminamos hacia el interior cerca de 40 metros para posteriormente, por una entrada algo reducida nos condujo a un pequeño espacio muy agradable y espectacular. A ese lugar  Jorge “El Guía” lo ha bautizado “El Altar”, en el cual se encuentran las imágenes de la Virgen Milagrosa, la Virgen de Guadalupe, San Juan Diego y otra Virgen.

Jorge estima que poca gente sabe de ese lugar, mismo que resulta ser un deleite a la vista y una experiencia que realmente vale la pena, pues todo alrededor del altar se encuentra lleno de estalactitas y formaciones cristalizadas que se han venido formando por los escurrimientos de humedad al paso de los años. En la parte superior del altar se encuentra una enorme bóveda que igualmente se disfruta mucho observar.

Después de ver por un rato lo que valía la pena ver, nos fuimos al exterior, y un tantito más delante, a la sombra del inicio de un túnel que atravesaba un cacho de la montaña y que al fondo se alcanzaba ver hasta el otro lado, ahí nos sentamos un rato a descansar, platicar e ingerir algunas golosinas.

Luego emprendimos el ascenso hasta un punto en el cual Jorge “El Guía” se separó del grupo, ya que el se regresó por donde llegamos, y el resto nos fuimos hacia la entrada de  una cueva que estaba ahí cerca pero en el lado Poniente del cañón.

Caminamos hacia el interior de la cueva, y no muy lejos de la entrada hubo que hacer la primera maniobra para descender a una bóveda. Para facilitar el descenso, Armando amarró una cuerda a un ancla y sirvió para que el resto bajáramos sin dificultad. De ahí en delante sólo había que seguir “el hilo” que  se tiene como guía, hasta un punto en el que se acabó el hilo, ya que de ahí en delante no había mas que una ruta que llevaría a la salida.

La variedad continuaba, al salir de la cueva no había de otra, o bajabas con cuerda ó te regresabas por donde llegaste. El tramo era de 25 a 30 metros, y aunque no era mucho fue ahí en donde el rato se hizo largo, ya que de cuando bajó Don Chuy, por delante, a cuando bajó Armando, al final, pasó cuando menos hora y media.

Continuamos bajando, cruzamos por “el paso de las bicicletas” que es un camino de roca angosto con un barranco a un lado y pared del otro, e incluso tiene un cable fijo del lado de la pared que hace las veces de barandal.

Un poco más delante se juntó la vereda con aquella por la que originalmente subimos por la mañana.

El resto del descenso fue continuo y eventualmente hicimos una breve pausa para descansar ó para esperar a alguien.

Llegamos al lugar de origen alrededor de las 6:00 PM, en donde nos tomamos las últimas fotos y nos despedimos.

Agradezco a mi hermano Jorge por haberme invitado, y aprecio mucho la agradable vivencia y oportunidad de haber acompañado a tan distinguido grupo.

Redactó: Lorenzo Belden

UNIDOS Y ADELANTE

Asistentes:

Belden Torres, Jorge Francisco (Retaguardia)
Belden Torres, Lorenzo (i)
Cedillo Peña, Jesús
García Cavazos, Felipe Raymundo (a)
Rodríguez Cedillo, Fernando Omar
Rodríguez Martínez, Jorge Alberto  (Guía)
Valdez Castillo, Armando Luis
Valdez, Maricruz García Alvarado de

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