Con sede en Monterrey, México, el nuestro es el Club independiente de excursionismo en activo más antiguo en el Noreste del País. Sean bienvenidos a conocer algo de nuestra larga historia. Por Eduardo Verduzco El Club Explorador Cóndor fue fundado el 10 de Mayo de 1940 a iniciativa de Rogelio Rodríguez. Él empezó a reunir el grupo, e hizo el primer reglamento de excursiones. La fundación tuvo lugar en la casa paterna de la familia Rodríguez, en la calle Yucatán, entre 5 de Febrero y 2 de Abril, en la Colonia Independencia. Se estableció una disciplina de corte paramilitar, y se instituyó el cargo de "Capitán", quien tiene la total autoridad y responsabilidad de la seguridad del grupo durante una excursión. Corrían los tiempos de la Segunda Guerra europea, que pronto se convertiría en mundial, y Rogelio tenía la noción de que en alguna forma el nuevo club tendría ocasión de prestar servicios útiles a la Patria. Las ideas que Rogelio, que conta...
Exc. 2011/65 - 1a Fuerza - 13 de noviembre de 2011
Debo mencionar que La Calle ha sido uno de los recorridos más esperados que he tenido desde hace ya tiempo, y si bien tiene su grado de exigencia la recompensa más que bien supera el esfuerzo del recorrido.
La cita fue a las 5:45 AM en el punto de reunión el pasado domingo 13 de noviembre de 2011, a las 4:15 AM sonaba la alarma del despertador indicándome que era tiempo de levantarse y hacer los preparativos correspondientes (aunque la conmoción de realizar una de las cumbres como ya mencioné deseadas me impidió conciliar del todo el sueño obligándome a despertar desde antes).
Total llegamos al punto de partida a la hora marcada, solo confirmamos 3: el Guía Héctor Tobías, Emmanuel Hernández y yo Raymundo Rodríguez. Salimos puntuales a las 6 AM, o bueno un poco después que más da, aún de noche, y después de sus respectivas pausas para la carga de gasolina y el desayuno exprés, que incluyó donas patrocinadas por el oxxo, llegamos a Casa Blanca desde donde comenzamos el trayecto a las 7:00 horas. La temperatura era la perfecta y el sol apenas se asomaba cuando caminábamos ya en el cañón. Aunque las anécdotas compartidas por Emmanuel de su visita anterior no fueron del todo optimistas mis ánimos no se vieron afectados; mi expectativa seguía siendo aún mayor como para cargar con el desaliento ya desde esta parte del camino. No tardamos en adelantar el paso al guía quien con todo ánimo nos invitó a seguir hasta que por fin llegamos al Paso de Caballeros en donde poco después de pasarlo tuvimos nuestro primer descanso. El camino hasta aquí es relativamente ligero, unas cuantas pendientes, pero nada que no se haya podido soportar. Ya de aquí continuamos en dirección hacia el oriente que si no me equivoco sería ya sobre el segundo cañón.
Llegamos al punto en donde se ubica una gran roca en la cual se haya señalizado el camino hacia El Moro, una gran flecha blanca, (ustedes perdonará mi falta de términos técnicos, pero mi poca experiencia en el ramo me avala), es cuestión solo de seguir la dirección indicada, pasar por el agual y una pequeña pila para por fin llegar a nuestro segundo descanso; la pequeña cabaña en el Moro, alrededor de las 10 de la mañana. Después de unas charlas amenas, risas, fotos y clavarle el diente a los primeros alimentos (por lo menos en mi caso), ah y claro por supuesto de un merecido reposo, nos dispusimos continuar cerca de las 10:30.
Ya para este punto del recorrido Emmanuel fue quien permanecía adelante. El sol más alto en el cielo, y con una prácticamente nula sombra subimos la que fue… como explicarlo… la última pared que había que ascender (perdonarán ustedes de nuevo mi falta de vocabulario, le anexo un par de fotos para que, si ha ido, se ubique mejor).Seguimos adelante, pasamos una pequeña mina sin olvidar claro la foto. El camino cada vez se volvía boscoso ya se podía visualizar La Viga por un lado y El Sapo por el otro, La Mota y hasta La Popa. El Sol aún más alto pero poco se sentía. Ya aquí ni rastro del Guía, no fue sino hasta después que nos mencionó que había pensado en esperarnos de regreso, cabe hacer notar su profesionalismo y esfuerzo ya que continuó hasta el punto final del recorrido, aún y a pesar de un ligero inconveniente con los calcetines (sí, claro y ahora los culpables son los calcetines, jajaja, es broma).
Llegamos por fin al paraje conocido como La Calle cerca de las 13:30, media hora después arribó el guía, no tardé en subir a la cumbre; una vista periférica bella, un par de espinas, breves lecciones de marcaciones geográficas y de un hombre llamado Yuri algo descendimos al paraje de nuevo y nos dispusimos a comer. Cerca de una hora es lo que permanecimos en el lugar. Ya para las 15:00 horas, después de las fotos oficiales, marchamos de regreso, el plan inicial fue subir y regresar en un día, no queríamos que nos cayera la noche, ni tampoco nos queríamos topar con alguna clase de reptil en el camino, así que tan pronto repuestos del cansancio nos dispusimos a emprender el retorno y no tardamos mucho, cerca de las 16:30 horas nos encontrábamos ya de nuevo en El Moro y ya sin reservas de agua nos abastecimos ahí mismo, 5 minutos de reposo y continuamos prácticamente sin detenernos hasta el Paso de Caballeros en donde de acuerdo a mi reloj llegamos prácticamente a las 17:28.
Ya para este punto mis pies comenzaban a sentir el cansancio pero nada grave. Ya abajo de nuevo en el primer cañón prácticamente cerca del lugar de inicio nos topamos a un grupo quienes intentaron acampar en el paraje desde la noche anterior sin éxito debido a que habían tomado la ruta equivocada. Ya en la parte final el sol se ocultó y las estrellas podían ser visibles, con eso de que oscurece muy temprano tuvimos la necesidad de utilizar nuestras lámparas para concluir el recorrido. Llegamos al vehículo cerca de las 19:00 horas, un par de minutos después si no me equivoco completando nuestra aventura en un total de aproximadamente 12 horas.
Sin duda una de las mejores experiencias ha sido La Calle. Sin duda lo volvería a realizar. Sin duda un recorrido largo lleno de cansancio y aunque decían que no me levantaría para ir a trabajar al día siguiente pues sí lo hice, sólo me quedó una ligera molestia de rodilla, excelentes fotos y muy gratos recuerdos. Me queda sólo agradecer la experiencia.
Saludos!
Redactó: Raymundo Rodríguez
UNIDOS Y ADELANTE
Asistentes:
Hernánez Troncoso, Emmanuel
Rodríguez González, Raymundo (i)
Tobías González, Héctor - Guía
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