Con sede en Monterrey, México, el nuestro es el Club independiente de excursionismo en activo más antiguo en el Noreste del País. Sean bienvenidos a conocer algo de nuestra larga historia. Por Eduardo Verduzco El Club Explorador Cóndor fue fundado el 10 de Mayo de 1940 a iniciativa de Rogelio Rodríguez. Él empezó a reunir el grupo, e hizo el primer reglamento de excursiones. La fundación tuvo lugar en la casa paterna de la familia Rodríguez, en la calle Yucatán, entre 5 de Febrero y 2 de Abril, en la Colonia Independencia. Se estableció una disciplina de corte paramilitar, y se instituyó el cargo de "Capitán", quien tiene la total autoridad y responsabilidad de la seguridad del grupo durante una excursión. Corrían los tiempos de la Segunda Guerra europea, que pronto se convertiría en mundial, y Rogelio tenía la noción de que en alguna forma el nuevo club tendría ocasión de prestar servicios útiles a la Patria. Las ideas que Rogelio, que conta...
Exc. 2001/10 — 23 de Abril de 2001
El domingo anterior nos propusimos regresar para determinar la mejor ruta Meseta de Don Gus – Cresta de David y marcarla en forma muy visible y libre de ambigüedades. La excursión de hoy tiene el objetivo de cumplir dicho propósito. Son las 8:01 cuando salimos de Palmillas, en medio de espesa niebla. Me acompañan mi hijo Gustavo, como en los viejos tiempos, quien participó en las conquistas del Pico Montenegro y del Pico 50, y Julio César Hernández, uno de los más entusiastas y activos Socios del Cóndor. Subimos rápidamente y para cuando llegamos al lomo del primer descanso, a las 9:40, ya hemos dejado la neblina abajo y vemos el siempre novedoso espectáculo del Cerro de las Mitras y el de la Silla emergiendo de un mar de nubes. Sin detenernos aquí continuamos el ascenso y a las 10:10 llegamos a la Meseta de Don Gus. Aquí nos detenemos un rato para comer una barra de granola y beber un sorbo de Enerplex, y luego de unos 10 minutos de descanso continuamos la caminata. El domingo anterior marcamos nuestra ruta con delgadas tiras de polietileno de color amarillo que el viento hacía ondear. Ahora queremos buscar una ruta mejor y más directa hacia la Cresta de David. Hemos traído ahora unas tiras de polietileno color blanco, para distinguirlas de las que pusimos la semana anterior. Avanzamos hacia el poniente tratando de mantener un ángulo de ascenso menor que el de la semana pasada. Nuestro avance es lento porque vamos examinando cuidadosamente el terreno en busca de la mejor ruta, a la vez que colocamos las nuevas marcas provisionales, y Julio, empuñando tremendo machete propiedad de Don Lupe, su papá, arremete con energía contra la maleza y espinos en nuestra ruta. Luego de un rato vemos que la ruta más aconsejable parece coincidir esencialmente con la que seguimos hace una semana, pero deberemos procurar no cambiar de rumbo hacia el sur prematuramente, sino hasta que estemos justamente debajo de la Cresta de David, algo que resulta difícil de precisar porque el bosque no permite ver puntos de referencia. Siguiendo esta estrategia, nos aproximamos a un roquerío dispuesto en dirección sur-norte que parece ser el mismo que vimos el domingo anterior al descender de la Cresta de David, y que nos dio la pauta para cambiar de rumbo hacia el oriente. Siguiendo nuestra intuición, marcamos un tronco de árbol con dos franjas de polietileno que hemos traído para el señalamiento permanente de la ruta y cambiamos de rumbo hacia el sur, y efectivamente, a corta distancia se encuentra ya la Cresta de David que alcanzamos, ahora sí, sin problemas, a las 12:13. Hemos tardado casi 2 horas en llegar aquí desde la Meseta de Don Gus, pero el tiempo invertido ha valido la pena porque nos ha permitido cerciorarnos de que ésta es la ruta óptima. El mar de nubes que había debajo de nosotros se ha desvanecido y el sol ilumina a todo Monterrey. Julio Hernández y Gustavo Verduzco en la Cresta de David. Al fondo a la izquierda, la Huasteca y La Calle. Después de agradecer a Dios por los alimentos que nos da, disfrutamos de sabrosos sandwiches y fruta, y a las 13:03, dejando las mochilas en ese lugar, emprendemos con cautela la búsqueda de la ruta hacia el Pico 50, ya que hace diez años vinimos la última vez y ni Gus ni yo recordamos la ruta. Julio, machete en mano, es nuestro guía, y abre una ruta próxima a la cresta de la sierra, rumbo al poniente. A las 13:48, tras pasar un pico, llegamos de nuevo a la cresta de la sierra: el Pico 50 se encuentra ya muy próximo a nosotros (vea foto abajo), y el paso hacia éste parece franco por la cresta. Como se hace tarde, decidimos regresarnos de este punto y regresar en otra oportunidad al Pico 50. Como detalle interesante, la ruta abierta por Julio parece ser diferente a la que abrieron Chuy Nava y Pocho en mayo de 1991, ya que no hemos pasado por el lugar donde Carlos Hinojosa, invitado nuestro, prefirió quedarse a esperarnos en esa ocasión. A las 14:15 estamos de regreso en la Cresta de David, estrenamos el libro de cumbres y lo dejamos dentro de su caja de lámina en una grieta en la roca, sin ocultarlo, saludamos a nuestro Banderín y emprendemos el descenso a las 14:24. Ahora sí, conocida la ruta hacia la Meseta de David, procede Julio a cortar la maleza y Gus a colocar el señalamiento vial oficial. A las 15:43 estamos de regreso en la Meseta de Don Gus, donde nos detenemos 5 minutos para un breve descanso y beber enerplex y agua y continuamos el descenso a Palmillas, en el curso del cual Julio continúa afanoso con su labor de quitar la maleza de la vereda. A las 17:05 llegamos finalmente a la calle Santander, finalizando la excursión. Éste ha sido un día espléndido y muy fructífero. Hemos cumplido con nuestro objetivo: hemos determinado una ruta práctica y libre de incertidumbres para ir de la Meseta de Don Gus a la Cresta de David, que es el punto de partida natural para ascender tanto al Pico Montenegro como al Pico 50. Esta ruta ha quedado marcada con franjas de polietileno amarillo de 7 cms de ancho, con líneas negras inclinadas, colocadas alrededor de los troncos de árboles visibles a lo largo de la ruta. Además, machete en mano, Julio ha limpiado de maleza y de estorbos esta ruta, que ha quedado así lista para ser utilizada. Adicionalmente, hemos hecho un reconocimiento de la ruta Cresta de David — Pico 50, y aprox. la mitad de ésta ha quedado también despejada de maleza y marcada con muescas en los troncos de algunos árboles; posteriormente le pondremos también señalamiento formal. Asímismo la vereda de Palmillas a la Meseta de Don Gus ha quedado libre de maleza. Por último, hemos dejado en la Cresta de David un libro de cumbres dentro de una caja metálica, que posteriormente llevaremos al Pico 50. Mi agradecimiento a Julio, “Machetero Oficial” y Guía en la ruta Cresta de David—Pico 50, y a Gustavo, “Jefe de Señalamiento Vial” de esta excursión, por su indispensable colaboración al buen éxito de la misma. Parafraseando a Antonio Machado y Ruiz, podemos cantar: Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos que otros recorrerán. Al andar se hace camino, y al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Hacia el ocaso se mira pasar a un poeta, fugaz peregrino, al alejarse se le oye cantar: “¡caminante, ya hay camino! se hizo camino al andar”. Golpe a golpe, verso a verso. UNIDOS Y ADELANTE Asistentes Julio César Hernández. – Guía Gustavo Adolfo Verduzco, Retaguardia Eduardo Verduzco Martínez – Capitán NOTICIAS Nos hace falta un voluntario para que cuide el campamento al pie del “Resbaladero” el 13 de Mayo, durante la Excursión del 61° Aniversario. Si deseas colaborar con tu Club Cóndor en esta importante tarea, por favor avísanos. De antemano, recibe nuestro agradecimiento.
Comments
Post a Comment