Con sede en Monterrey, México, el nuestro es el Club independiente de excursionismo en activo más antiguo en el Noreste del País. Sean bienvenidos a conocer algo de nuestra larga historia. Por Eduardo Verduzco El Club Explorador Cóndor fue fundado el 10 de Mayo de 1940 a iniciativa de Rogelio Rodríguez. Él empezó a reunir el grupo, e hizo el primer reglamento de excursiones. La fundación tuvo lugar en la casa paterna de la familia Rodríguez, en la calle Yucatán, entre 5 de Febrero y 2 de Abril, en la Colonia Independencia. Se estableció una disciplina de corte paramilitar, y se instituyó el cargo de "Capitán", quien tiene la total autoridad y responsabilidad de la seguridad del grupo durante una excursión. Corrían los tiempos de la Segunda Guerra europea, que pronto se convertiría en mundial, y Rogelio tenía la noción de que en alguna forma el nuevo club tendría ocasión de prestar servicios útiles a la Patria. Las ideas que Rogelio, que conta...
Exc. 033 - 2a Fuerza - 29 de agosto de 1943
No. 033
Acta de la Excursión a La Escondida
Agosto 29 - 1943
A las 8:30 de la mañana reunidos los C. Andrés Saavedra, Salvador Castañeda, Roberto Alvarez, nuestro invitado Sr. Leonel Pérez y el Cap. abordamos un camión que en poco tiempo nos condujo a la Plaza de San Pedro Garza García desde donde, después de llenar las cantimploras de agua nos encaminamos a pie rumbo a La Escondida, lugar escogido por el Cap. de acuerdo con los asistentes por lo inadecuado e imposibilidades de los lugares aprobados en la sesión Pma. pasada.
A las 9:20 llegamos al lugar denominado con justicia la Escondida pues solamente al estar allí se da uno cuenta de las casas, arboledas y alberca que con otras comodidades para los visitantes encierra ese lugar bastante agradable situado en la falda norte de la Sierra Anáhuac con vista al Cerro de las Mitras.
Varios C. se entregaron a las delicias de la natación en la alberca antes citada que tiene todas las comodidades de las albercas de la ciudad como regaderas, trampolín, etc. aparte de agua purísima que brota de la misma montaña.
A las 10:30 después de tomar varias fotos el Sr. Pérez nos encaminamos falda arriba a explorar un poco la Sierra, que en estos contornos, al contrario de otros lugares de la misma, visitados por nosotros, está completamente seca sin vestigios de agua a flor de tierra, y a las 12 hicimos alto en un copudo árbol que de lejos nos pareció adecuado pero al llegar no presentaba el lugar comodidad alguna con el inconveniente de numerosas hormigas que lo infestan, no obstante con ayuda del Sr. Pérez lo acondicionamos para poner lumbre y calentar nuestra comida olvidándose las incomodidades con el placer de saciar nuestro voraz apetito con las sabrosas provisiones aportadas por los presentes y como postre sabrosas y abundantes frutas.
Después de la comida el Sr. Pérez que de antemano nos lo había advertido nos abandonó para regresar a Monterrey a cumplir otros compromisos.
A las 2:30 descendimos de nuevo a la Escondida donde permanecimos entregados a la natación o al descanso hasta las 6, hora en que por galantería de un amigo de nuestro consocio Saavedra a bordo de un camión atestado de los asistentes a un día de campo nos trasladamos de nuevo a San Pedro y de allí a la ciudad abandonando con permiso del Cap., cada quien el camión según la cercanía de su domicilio disolviéndose los últimos C. a las 7.
Unidos y Adelante
Esta reseña no está firmada, pero tiene la caligrafía del Capitán Jesús J. Montenegro Rodríguez.
Transcripción del borrador original manuscrito hecha por Eduardo Verduzco, el 24 de julio de 2012.
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