Con sede en Monterrey, México, el nuestro es el Club independiente de excursionismo en activo más antiguo en el Noreste del País. Sean bienvenidos a conocer algo de nuestra larga historia. Por Eduardo Verduzco El Club Explorador Cóndor fue fundado el 10 de Mayo de 1940 a iniciativa de Rogelio Rodríguez. Él empezó a reunir el grupo, e hizo el primer reglamento de excursiones. La fundación tuvo lugar en la casa paterna de la familia Rodríguez, en la calle Yucatán, entre 5 de Febrero y 2 de Abril, en la Colonia Independencia. Se estableció una disciplina de corte paramilitar, y se instituyó el cargo de "Capitán", quien tiene la total autoridad y responsabilidad de la seguridad del grupo durante una excursión. Corrían los tiempos de la Segunda Guerra europea, que pronto se convertiría en mundial, y Rogelio tenía la noción de que en alguna forma el nuevo club tendría ocasión de prestar servicios útiles a la Patria. Las ideas que Rogelio, que conta...
Exc. 2008/26 - 2a Fuerza - 31 de agosto 2008
Esta excursión comenzó a las 4:30 am, hora en que mi papá me levantó, estaba muy emocionado porque teníamos varias semanas de no haber salido y tenia muchas ganas de salir de excursión, ya habíamos preparado las mochilas la noche anterior y sólo revisamos que no faltara nada, para salir de la casa a las 5:10 am.
Llegamos al punto de reunión a las 5:50 am y esperamos a que llegaran los demás, a las 6:00 am en punto llego el Capitán Julio y su hijo Aarón, esperamos 10 minutos pero nadie llegó, el Capitán comentó que tal vez pensaron que no saldríamos por las lluvias que habían estado cayendo en la ciudad, yo me dormí y mi papa me despertó cuando llegamos al inicio del recorrido, a las 7:00 am.
Nos preparamos y comenzamos a caminar por unas veredas de chivos, al fondo se veía el cañón de la sandía, subimos por un lado del cañón, rumbo a la cresta, de ahí entramos al cañón y observamos 2 caballos y un buey que se nos quedaron viendo con curiosidad, seguimos la vereda, el tiempo estaba muy cerrado, había mucha neblina y humedad, el paisaje era semidesértico con muchos nopales y arbustos espinosos, los cuales me picaron muchas veces, pero me aguanté.
En un tramo del recorrido se podía observar al lado del camino, y al fondo de una cañada un estanque de agua verde, al cual Aarón y yo le tiramos algunas piedras, seguimos avanzando, en el camino encontramos muchos escarabajos negros con antenas, ellos no se espinaban a pesar de que andaban arriba de los matorrales con espinas y yo si me espiné varias veces, a pesar de caminar con cuidado.
Llegamos a donde se abría el cañón, el cielo estaba muy cerrado y la neblina nos envolvía, no dejándonos ver mas allá de 20 metros, en esa parte había 5 o 6 caballos que se nos quedaban mirando con mucha curiosidad, seguimos caminando y en un lugar mi papá me dijo que volteara porque se veía la palma loca, una palma que parece un señor greñudo gritando con los brazos en alto, me tomé unas fotos haciendo lo mismo que la palma.
Había mucho lodo en el suelo y caminamos mucho, el Capitán no se podía orientar bien porque estábamos rodeados de niebla y no se veía nada, después de dar un rodeo muy grande, el cielo se abrió un poco y pudimos divisar el cerro de la mota chica, nos apresuramos a caminar hacia él y llegamos a la cumbre, un lugar muy bonito donde había una cruz señalando la cima y unos metros mas allá un paraje donde había pinos y en unas piedras nos sentamos a comer.
Dicen que de ahí se ve muy padre la vista del cerro del Sapo, pero no pudimos ver nada mas que neblina, de vez en cuando se abría la neblina un poco y se podía ver algo, pero en seguida se cerraba de nuevo, comimos y descansamos un rato, nos tomamos fotos en la cruz de la cima y le rendimos honores al Banderín del Club, después de eso comenzamos a bajar.
Caminamos de regreso y se me hizo más corto el camino, ya que rápidamente llegamos a donde vimos a los caballos, claro ya se podía ver más, ya que se empezó a quitar la neblina un poco, regresamos por donde mismo, después pasamos por donde al inicio estaban los 2 caballos y el buey, ahí descansamos un rato, porque desde que comenzamos a bajar no habíamos parado.
Más adelante en la cresta por el cañón de la sandía iba yo caminando y a un lado del camino vi a una víbora que estaba mirándonos muy seria, le grite a mi papá para que la viera, porque él iba unos metros más adelante de mi, me dijo que no me acercara y él fue a revisar, me dijo que no era una víbora, que era una culebra, porque según me explicó las víboras son venenosas y las culebras no, además me explicó que las víboras venenosas tienen la cabeza en forma de punta de flecha y se les nota muy fácil el cuello, además de presentar pupilas delgadas como los gatos, y la culebra que ahí estaba tenia la cabeza y las pupilas redondas, mi papá le tomó una foto y salió muy bien, pero al querer tomarle otra con un objeto de referencia la culebra saltó y pasó entre los pies de Aarón y míos, nos asustamos y yo salté como en las olimpiadas y la culebra fue a esconderse abajo de la mochila de mi papá, se enrolló y se quedó viendo, cuando mi papá levantó un poco la mochila, la culebra se fue muy rápido hacia una nopalera y ya no la vimos.
Seguimos caminando y nos sentamos a descansar un poco en la cima de la cresta del cañón de la sandía, al continuar bajando, Aarón nos dijo que había visto una araña muy grande, mi papá le tomo una foto y continuamos el descenso sin molestarla, después llegamos a donde estaban los carros a la 1:30 de la tarde, y nos tomamos fotos con el cañón de la sandia como fondo.
Me gustó mucho esta excursión, porque tenía varias semanas sin salir y el paisaje me gustó mucho, además me gusta mucho salir con mi papá porque me enseña bastante, aprendo mucho y sé que él es un gran Aventurero y cuando sea grande quiero llegar a ser como él.
Luis Angel Pastrana López
(10 años)
UNIDOS Y ADELANTE
Asistentes:
Hernandez García, Julio César - Capitán
Hernandez Pérez, Aarón
Pastrana de la Garza, Luis Angel
Pastrana López, Luis Angel Jr.
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