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El Cóndor ayer

Con sede en Monterrey, México, el nuestro es el Club independiente de excursionismo en activo más antiguo en el Noreste del País. Sean bienvenidos a conocer algo de nuestra larga historia. Por Eduardo Verduzco El Club Explorador Cóndor fue fundado el 10 de Mayo de 1940 a iniciativa de Rogelio Rodríguez. Él empezó a reunir el grupo, e hizo el primer reglamento de excursiones. La fundación tuvo lugar en la casa paterna de la familia Rodríguez, en la calle Yucatán, entre 5 de Febrero y 2 de Abril, en la Colonia Independencia. Se estableció una disciplina de corte paramilitar, y se instituyó el cargo de "Capitán", quien tiene la total autoridad y responsabilidad de la seguridad del grupo durante una excursión. Corrían los tiempos de la Segunda Guerra europea, que pronto se convertiría en mundial, y Rogelio tenía la noción de que en alguna forma el nuevo club tendría ocasión de prestar servicios útiles a la Patria. Las ideas que Rogelio, que conta...

RESEÑA DE LA EXCURSIÓN AL “CERRO DE LAS NIEVES”


Exc. 2004/18 — 11 de Julio de 2004 — 1ª Fuerza

AQUÍ NO HAY VERANO
¿En qué lugar o lugares, cerca de Monterrey, podemos olvidarnos del verano y disfrutar de una temperatura de 11°C a medio día en pleno mes de julio?
Por lo pronto, aquí les van dos: el Renacer de la Sierra, y el Cerro de las Nieves.
El Renacer se encuentra en la Sierra de la Marta, y el Cerro de las Nieves, en la Sierra de Arteaga. Entre ambas sierras, se encuentra la Sierra de la Viga. Las tres sierras son aproximadamente paralelas.
Y no es de extrañarse la temperatura de 11°C al medio día, dada la altitud de estas tres sierras: 3700 m para La Marta y La Viga, y 3400 m para el Cerro de las Nieves. Así que la invitación a esta excursión resultó muy tentadora y no la quisimos desaprovechar.


Al bajarnos del autobús el clima es despejado y algo frío, pero al empezar a caminar a las 7:50 AM, éste pronto desaparece. El suelo está muy mojado, indicando una copiosa lluvia ayer. A las 8:45 llegamos a la pileta, descanso tradicional, y lugar donde acampamos en una ocasión. Continuamos sin novedad hasta una bifurcación de la vereda, marcada con tres listones amarillos, de donde parten la vereda “directa”, por la izquierda, y la “tradicional” por la derecha. Ambas llegan a la cumbre. Nosotros subimos por la ruta “directa”, menos frecuentada que la otra.
La ladera norte del Cerro de las Nieves es muy semejante a la ladera norte de La Viga. Ambas son muy boscosas, predominando los pinos en la mitad superior de la sierra.
Superados los 3000 metros de altitud, el frío se siente más, aunque no nos pega el viento. El cielo que se ha nublado, sin duda influye sobre el descenso de la temperatura. Los dedos de ambas manos se me empiezan a entumecer. Lamento haber dejado los guantes en otra mochila, por no considerar necesario traerlos. Debo traerlos siempre. Finalmente, a la 1 PM estamos finalmente en la cumbre, donde se encuentra una cruz tubular. Esta cumbre es muy boscosa, más que la cumbre de La Viga, circunstancia que nos favorece porque nos ataja el fuerte viento frío proveniente del sur.
Nos ponemos nuestras chamarras y suéteres, y nos disponemos a comer, sentados sobre un grueso tronco de pino. Terminada la comida tomamos algunas fotos de la cumbre, y nos desplazamos unos 50 metros hacia el sur, fuera del bosque de la cumbre, para poder ver y fotografiar el cañón de Los Lirios, Jamé, y La Viga, así como el cañón de San Antonio y La Marta.
En eso estamos cuando Paco Estrada, nuestro Guía, anuncia el inicio del descenso, el cual emprendemos a las 2 PM. En vez de tomar la vereda por donde llegamos, caminamos un poco a lo largo de la cresta hacia el poniente, y pasando una antena retransmisora de radio, damos vuelta a la derecha y tomamos la vereda “tradicional”, con menor pendiente que la “directa”. Probablemente el hecho de que el suelo se encuentra muy mojado influyó, por motivos de seguridad, para descender por esta ruta.
El descenso transcurre sin novedad. Como a la media hora de descender, guardo mi suéter en la mochila, ya que en la ladera norte no pega el viento. Hacemos un solo descanso durante el descenso, en vez de los tres que hicimos durante el ascenso, para llegar más temprano a nuestro autobús, a las 5 PM.
Abordamos el autobús y éste inicia rápidamente el viaje de regreso a Monterrey, durante el cual muchos de nosotros dormitamos o dormimos, pues venimos muy fatigados, pero con la enorme satisfacción de haber ascendido una sierra muy hermosa, dejado atrás el caluroso verano, y cumplido nuestro objetivo.

Redactó: Eduardo Verduzco
Asistentes:
López Leal, José (a)
Nava Navarro Jesús Sr.
Rodríguez Rodríguez, César
Rodríguez Rodríguez, David
Verduzco Martínez, Eduardo

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