Con sede en Monterrey, México, el nuestro es el Club independiente de excursionismo en activo más antiguo en el Noreste del País. Sean bienvenidos a conocer algo de nuestra larga historia. Por Eduardo Verduzco El Club Explorador Cóndor fue fundado el 10 de Mayo de 1940 a iniciativa de Rogelio Rodríguez. Él empezó a reunir el grupo, e hizo el primer reglamento de excursiones. La fundación tuvo lugar en la casa paterna de la familia Rodríguez, en la calle Yucatán, entre 5 de Febrero y 2 de Abril, en la Colonia Independencia. Se estableció una disciplina de corte paramilitar, y se instituyó el cargo de "Capitán", quien tiene la total autoridad y responsabilidad de la seguridad del grupo durante una excursión. Corrían los tiempos de la Segunda Guerra europea, que pronto se convertiría en mundial, y Rogelio tenía la noción de que en alguna forma el nuevo club tendría ocasión de prestar servicios útiles a la Patria. Las ideas que Rogelio, que conta...
Exc. 2003/21 - 2a Fuerza - 29 de junio de 2003
DOS MEDIAS LUNAS
Dos propósitos nos animan a efectuar la presente excursion: 1) Iniciar el ciclo de “excursiones aguadas” propio del verano y 2) Reconocer el acceso a nuestro tradicional campamento de los años 60s y 70s junto al paraje conocido como “La Media Luna”, con vistas a efectuar un campamento veraniego en fecha próxima.
La idea de reconocer el acceso se debe a que cada vez que el río se crece, deteriora el camino, y con frecuencia se deben hacer trazos nuevos. Después de preguntar en el poblado Raíces, seguimos el camino que va por el lado sur del río, y que ahora continúa hasta La Trinidad. Al encontrar un muro de piedra con una puerta tubular, estacionamos los carros y empezamos a caminar alrededor de las 10:15 hrs. por una vereda que, junto con un camino, se dirigen hacia el río, llegando a éste en un lugar muy próximo a la antigua Presa del Colmillo. El clima es nublado y la temperatura tibia.
Al llegar al río proseguimos por caminos y veredas por la orilla, pero en un momento dado ya no podemos proseguir por aquí y nos decidimos a cruzar el río a pie hasta la margen norte del mismo. De aquí en adelante, seguimos por el camino de vehículos, el cual cruza repetidamente el río hasta llegar a nuestro antiguo campamento denominado “La Media Luna”. El charco en el que solíamos nadar conserva su aspecto típico, con la única diferencia de un notable asolvamiento en su margen sur. A corta distancia de allí se encuentran los conocidos manantiales en la margen norte, donde solíamos preparar nuestros alimentos.
Aunque nuestro grupo es el único que se encuentra en este lugar, hay poco interés por nadar, y Chuy Cedillo sugiere continuar caminando corriente arriba. A partir de aquí, el río “se encañona”, es decir penetra en la sierra. El camino que terminaba aquí en la época en que solíamos venir a acampar, ahora continúa un poco más cañón arriba. Nosotros seguimos este camino y continuamos cruzando repetidamente el río. Encontramos algunos charcos con agua limpia y de color esmeralda, que denota que el charco es profundo y apropiado para nadar.
A las 13:00 hras. llegamos a un largo charco donde el Río Ramos, o Arroyo de Lagunillas, hace una amplio cambio de dirección de alrededor de 90 grados. Este charco tiene forma curva, y en una de las ocasiones en que hice el recorrido “Adjuntas – Río Ramos” en compañía de mis Compadres Beto Castillo y Heriberto Pérez Lara (Mayo de 1975), unos habitantes de estos parajes nos informaron que este charco es el verdadero “Media Luna”, y el que nosotros frecuentábamos en realidad se llama “Charco de la Culebra”.
Este paraje tiene una amplia y extensa playa de cascajo, muy apropiada para acampar. Junto a los restos de una fogata encontramos mucha basura dejada por una sola expedición. Nosotros nos acomodamos en la parte más alta de esta playa, a la sombra de los árboles, para proceder a preparar los alimentos para la comida. Chuy Cedillo calienta tacos de harina con la ayuda de una estufa de alcohol sólido, Enrique prepara un sabroso guacamole, Pepe y Linda han traído sandwiches, mientras que yo preparo sopas maruchan (que según la raza tengo muy buena mano para ello) y complemento con tacos de harina. De todo lo anterior damos cuenta con excelente apetito, provocado por la caminata, aunque jamás hemos tenido necesidad de caminar para hacer apetito. Finalmente complementamos con postre de manzanas y mangos.
Durante nuestra comida llega procedente de aguas abajo un grupo de ciclistas que nos preguntan a dónde va a salir el cañón. Les contestamos que a las Adjuntas, y nos preguntan cuánto tiempo se requiere para llegar allá. Cuando les decimos que aproximadamente un día, parecen perder todo interés por este destino. Continúan su camino arroyo arriba en actitud exploratoria, pero pronto los tenemos de regreso, y es que la brecha no es adecuada para practicar ciclismo.
Aproximadamente a las 14:00 hrs. iniciamos el regreso, pues no deseamos vernos atrapados por el tráfico intenso de en la carretera de regreso a Monterrey, aparte de que un cierto vientecillo fresco presagia lluvia. Nos traemos en bolsas toda la basura nuestra y la que encontramos en ese lugar, dejándolo impecable, como deseamos encontrarlo cuando vengamos nuevamente aquí. Sin novedad desandamos nuestro camino de hoy en la mañana, a ratos con sol y a ratos nublado. Luego llegamos a nuestros carros y emprendemos el retorno a Monterrey, a donde llegamos cerca de las 16:15 hrs. dando por finalizada una hermosa excursión que ha sido ampliamente disfrutada por todos los asistentes.
Redactó: Eduardo Verduzco
UNIDOS Y ADELANTE
Asistentes:
Cedillo Peña, Jesús
Pérez Luján, José
Platzgummer, Linda (i)
Reyes Enciso, Enrique
Rodríguez Cedillo, Omar Fernando (a)
Verduzco Martínez, Eduardo
Comments
Post a Comment