Con sede en Monterrey, México, el nuestro es el Club independiente de excursionismo en activo más antiguo en el Noreste del País. Sean bienvenidos a conocer algo de nuestra larga historia. Por Eduardo Verduzco El Club Explorador Cóndor fue fundado el 10 de Mayo de 1940 a iniciativa de Rogelio Rodríguez. Él empezó a reunir el grupo, e hizo el primer reglamento de excursiones. La fundación tuvo lugar en la casa paterna de la familia Rodríguez, en la calle Yucatán, entre 5 de Febrero y 2 de Abril, en la Colonia Independencia. Se estableció una disciplina de corte paramilitar, y se instituyó el cargo de "Capitán", quien tiene la total autoridad y responsabilidad de la seguridad del grupo durante una excursión. Corrían los tiempos de la Segunda Guerra europea, que pronto se convertiría en mundial, y Rogelio tenía la noción de que en alguna forma el nuevo club tendría ocasión de prestar servicios útiles a la Patria. Las ideas que Rogelio, que conta...
Por Eduardo Verduzco
Hace algunos años me encontraba en la Feria del Libro cuando me llamó la atención el título de un pequeño libro: SUEÑO COMPARTIDO. Se trataba de un discurso de un señor de nombre Gustavo Rojo a la “Academia Mexicana”.
El título del libro me llamó la atención porque de inmediato una inspiración me hizo relacionarlo con la historia del Club Cóndor, y compré el libro porque me intrigó su contenido. Aunque el tema no resultó de interés para mí, ya que relata la formación de un profesional del diseño gráfico, su estilo literario resultó extraordinariamente bueno y disfruté mucho de su lectura.
Pero volviendo al título del libro, me recordó cómo Rogelio Rodríguez Álvarez tuvo la idea de formar un grupo de jóvenes amigos que se dedicaran en su tiempo libre a escalar montañas, a explorar regiones desconocidas y en general, a correr toda suerte de aventuras.
Y Rogelio supo contagiar este sueño a su hermano Amado Rodríguez así como a otros 10 muchachos, y el día 10 de mayo de 1940, durante una fiesta en honor de las madres en la casa de la familia Rodríguez Álvarez, se fundó oficialmente el Club de Exploradores Cóndor.
El Club Cóndor empezó a excursionar con integrantes inexpertos, como lo escribiría más tarde Jesús Montenegro: “Sus iniciadores fueron unos cuantos muchachos amantes del campo, pero nada más, pues de excursionismo y de otros deportes campestres poco o nada conocían”.
Y con las excursiones iniciaron las cumbres, las exploraciones y las conquistas, y el Cóndor se fue dando a conocer y empezó a atraer a otros jóvenes deseosos también de participar de sus aventuras. Y los nuevos Aspirantes fueron aceptados en un plano de igualdad, y se les hizo partícipes de las actividades, conocimientos y experiencias adquiridas, se empezó a compartir con ellos aquel sueño original de Rogelio Rodríguez.
A su vez los nuevos Socios aportaron conocimientos sobre excursiones y campo cuando los tenían, y cuando no, aportaron su interés y su deseo de aprender de los demás Socios. Ocurrió algo semejante al caso de una familia, donde hasta los bebés aportan de manera significativa a la felicidad y a la unidad familiar.
Y este es el tema que me interesa resaltar el día de hoy. La vida activa de los Socios del Club Cóndor es por fuerza limitada. Algunos Socios terminan su ciclo dentro del Club y otros nuevos inician el propio. Pero a pesar de la renovación de personas, los conocimientos, las tradiciones, los ideales y los valores del Club Cóndor han sido transmitidos de persona a persona y de una generación a otra hasta el día de hoy. Y podemos decir que Rogelio Rodríguez ha compartido aquel sueño que tuvo en 1940 con miles y miles de personas, mujeres y hombres, que han sido Socios o bien que han participado de las excursiones organizadas por el Club Cóndor.
Gracias al Cóndor millares de personas hemos conocido cumbres y lugares que no imaginábamos, hemos hecho exploraciones, hemos vivido aventuras maravillosas y hemos conquistado cumbres y triunfos para nuestro querido Club Cóndor.
Y reflexionando sobre eso surge la pregunta: ¿Cómo ha podido el Club Cóndor permanecer UNIDO Y ADELANTE durante tanto tiempo y a pesar de tanta rotación de Socios?
La respuesta a esta pregunta es que hemos conservado los ideales, propósitos, disciplina y valores que establecieron los Padres Fundadores del Cóndor. El respeto mutuo, el interés por la seguridad y el bienestar de todos, la amistad y espíritu fraternal entre todos, el compartir nuestro alimento y bebida, así como nuestras penurias, nuestros triunfos y fracasos, ha desarrollado fuertes lazos de unión que trascienden el tiempo y el espacio.
Si algún día llegásemos a perder estos ideales, si nos olvidáramos del Sueño que nos compartió Rogelio y que hemos adoptado y llevado a la realidad como nuestro, ese día el Cóndor dejaría de remontarse por encima de las tempestades para alcanzar las más altas cumbres. Ese día el Cóndor plegaría sus alas y moriría.
Esforcémonos para que eso nunca llegue a suceder.
* Mensaje de Eduardo Verduzco a la Asamblea el 27 de septiembre de 2012.
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HOY HACE UN BUEN DÍA
Por Fernando Delgadillo
En esta tierra he visto mi primera luz
he visto y veo luz, tierra firme y vasto cielo,
todo mi entorno está entendido en el amor
que nos tuvieron los que fueron hace tiempo.
Y hoy hace un buen día para hablar de los que están aquí
trazando a diario el bienestar de todo aquel que vendrá
como precederá la aurora al sol de diario
como sabemos que mañana será igual
porque así se ha venido haciendo con los años
que transcurren y se van.
En esta tierra en donde puedo caminar
bajo la dirección que les ponga a mis pasos,
siempre habrá tiempo para venirle a cantar
porque es lo más que sé ofrecer como regalo,
me dio un lugar donde al volver con gusto sé decir
es mi país, esta es mi tierra y casa y ésta es su canción,
una canción como todas las que se han hecho
tan sólo que con ésta quiero hacer mención
de todo el bien que me hizo nacer de este pueblo
y que me parte el corazón
que hablar de México siempre me inflama el pecho.
Y si miramos hacia atrás dónde fuimos a empezar
y encontramos los antiguos que formaron un lugar
pero un buen día se marcharon y aprendimos a decir:
Grandes fueron los viajeros que cruzaron por aquí.
En esta tierra conocí la dignidad
del que trabaja para ver crecer los suyos
del que se esfuerza a superar su condición
aún a pesar de cruzar tiempos de infortunio.
Y hoy hace un buen día para hablar de los que están aquí
trazando a diario el bienestar de todo aquél que vendrá
de la simiente que se llega al semillero que hasta esta tierra fértil un día arribarán
y no hace falta repetir cómo los quiero, si lo he dicho tanto ya
y hablar de amor es bueno cuando se es sincero.
Y si ellos miran hacia atrás lo que les toca empezar
y nos hallan a nosotros que formamos un lugar
que un buen día nos marcharemos y tal vez podrán decir:
Grandes fueron los viajeros que cruzaron,
grandes fueron los viajeros que cruzaron,
en verdad que fueron grandes los viajeros que cruzaron por aquí.
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