Con sede en Monterrey, México, el nuestro es el Club independiente de excursionismo en activo más antiguo en el Noreste del País. Sean bienvenidos a conocer algo de nuestra larga historia. Por Eduardo Verduzco El Club Explorador Cóndor fue fundado el 10 de Mayo de 1940 a iniciativa de Rogelio Rodríguez. Él empezó a reunir el grupo, e hizo el primer reglamento de excursiones. La fundación tuvo lugar en la casa paterna de la familia Rodríguez, en la calle Yucatán, entre 5 de Febrero y 2 de Abril, en la Colonia Independencia. Se estableció una disciplina de corte paramilitar, y se instituyó el cargo de "Capitán", quien tiene la total autoridad y responsabilidad de la seguridad del grupo durante una excursión. Corrían los tiempos de la Segunda Guerra europea, que pronto se convertiría en mundial, y Rogelio tenía la noción de que en alguna forma el nuevo club tendría ocasión de prestar servicios útiles a la Patria. Las ideas que Rogelio, que conta...
Exc. 2011/30 - 2a Fuerza - 21 de junio de 2011
Primera experiencia de gran altura
El día de ayer fue mi primera experiencia con el Club Cóndor, el cual, de manera curiosa, yo no sabía que existía hasta ayer mismo, pero por azares del destino me invitaron a una excursión al teleférico del Cerro de la Silla y yo con gusto asistí.
La cita fue a las 7:30 de la noche en el estacionamiento del Soriana de Av. Chapultepec; ahí, un grupo de expedicionarios de diferentes edades nos reunimos para emprender un ascenso hasta el teleférico con la oportunidad de observar la ciudad iluminada desde las alturas.
La primera parte del recorrido fue entrar por una brecha que se encontraba en las faldas del cerro junto a una casa, que no parecía camino antes de entrar; yo me sentía todo clandestino, ya que la anterior vez que había subido el cerro lo hice por otra entrada más “turística” por donde había mucha gente. Ahora éramos sólo nosotros, y esa entrada oscura.
Conforme fuimos subiendo, me di cuenta que sí había un pequeño sendero, que olía a chicharrón, probablemente por los vendedores ambulantes que hacen su agosto en el camino, y ya después llegamos a donde está el camino de piedra. Seguimos subiendo, y en el trayecto nos encontramos a varias personas que venían bajando, algunos iban con sus hijos, otros solos; corriendo o caminando. Hacía mucho calor, nos paramos varias veces a tomar fotografías de la ciudad todavía con luz y a tomar agua; de repente, en una parte del camino donde se encuentra una virgen, vimos a un animalillo que después me enteré que se llamaba coatí, andaba cerca de nosotros entre los matorrales y le pudimos sacar fotos, andaba en su onda, ni se inmutó al vernos.
En fin, seguimos por el camino y ya se sentía el cambio de temperatura tanto por la brisa fría que sentíamos, con poquitas gotas de lluvia, como porque ya se había hecho de noche. Al fin, después de no sé cuánto tiempo, pero creo que fueron como 2 horas llegamos hasta el teleférico, desde donde se tenía una maravillosa vista de la ciudad. Yo había estado antes de día en el lugar y se me había hecho increíble, pero ahora verlo así de noche se me hacía aún mejor.
Total, ya arriba nos relajamos un rato, tomamos fotografías, hubo convivio y nos tocó ver a otro coatí que le gustaban las conchitas y se acercaba a nosotros; le pudimos tomar varias fotos, definitivamente cenó bien ese día con tantas conchitas. Lo más curioso fue que ya que pensábamos regresar, uno de los señores apuntó hacia el otro extremo del mirador y pudimos ver varios ojos brillosos de coatís, pensamos que tal vez era como una madriguera, y se veía que se escondían; nos fuimos acercando, y ya que estábamos a pocos metros nos dimos cuenta que seguían ahí y no se asustaban entonces un señor volvió a apuntar con la lámpara y en realidad vimos que era una botella vacía que brillaba con la luz.
Ahora sí, lo que faltaba era la bajada, la cual ya fue más rápida que la subida, ahí ya no volvimos a ver coatís ni a más personas. Había quienes llevaban su lámpara para iluminar el camino, pero no era del todo necesaria, ya que las luces de la Luna y de la ciudad iluminaban el camino, no mucho pero lo suficiente para ver dónde pisaba uno y no caerse. Aunque, ante esto último una compañera se cayó y se salvó de meterse un buen golpe porque pudo poner las manos y no pasó a mayores la caída, sólo fue un susto.
Finalmente llegamos al estacionamiento, donde estábamos todos contentos y satisfechos de la expedición, pero eso sí cansados, y todos con antojo de comer cosas diferentes. Así como también esperando la siguiente semana para una nueva aventura.
Redactó: Felipe Cardoso
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Estuvo genial ayer con de asistencia 12 personas.
Empezamos las 8:00 PM, el clima muy agradable llegando ala placa a las 9:30 PM. Estando ahí como que de repente se sentía una ligera brisa de lluvia pero eso no nos impidió que siguiéramos estando ahí platicando hasta las 10:50 que empezamos a bajar la bajada todo bien sin contratiempo y llegando a los coches las 11:45 PM.
Redactó: Jaime Faz
Unidos y Adelante
Asistentes:
Cardoso Saldaña, Felipe (i)
Cavazos Asagoita, Mariela (i)
De la Cruz Garza, Claudia Guadalupe (a)
De la Cruz Garza, Erika Yanett (i)
Esparza Camacho, Edgar (i)
Faz Moreno, Jaime Manuel - Capitán Suplente
Garcia Aguilar, Griselda (i)
Garza Cortez, Maria Lourdes (a)
Rodriguez Garza, Cesar Alejandro (a)
Rodriguez Moctezuma, Erick Alejandro (a)
Silva Briones, Rodolfo Carlos (i)
Velazquez Muñiz, Jesus
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